Sinceramente, no sé dónde englobar las últimas declaraciones de Manuel Mariscal, diputado de Vox por Toledo en el Congreso. Pongo en antecedentes al lector despistado: el susodicho afirmó hace unos días en un debate parlamentario que "gracias a las redes sociales muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura, como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional". Y se quedó tan ancho. ¿Pura ignorancia? ¿Mera maldad? Quizá lo peor de todo: un caso arquetípico de ‘tonto malo’, como advertía Carlo M. Cipolla en su estudio satírico sobre las leyes fundamentales de la estupidez humana.
Para responder a este diputado, voy a servirme de algo que, por las cosas que dice, no parece haber usado mucho: libros. Libros de los de verdad, basados en el rigor científico y el análisis de las fuentes. No hay que ser ni de derechas ni de izquierdas para saber leer.
Enrique Moradiellos, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura y autor de ‘Franco: anatomía de un dictador’ -la última gran obra escrita sobre el tema-, nos habla de esa supuesta reconciliación. Según Moradiellos, “la faceta más atroz” de Franco “fue la sistemática represión”. El encumbramiento de Franco hizo que “la brutal represión inicial” de los primeros meses de guerra, “se convirtiera en una persistente política de limpieza y depuración”. Política represiva que se prolongó durante los 40 años de dictadura.
Pero sigamos. Ahora con Juan Pablo Fusi, catedrático emérito de la Universidad Complutense. En su ‘Historia mínima de España’ aporta datos como que “unas 50.000 personas fueron ejecutadas entre 1939 y 1945”. Menuda reconciliación tras la guerra...
Y Fusi dice más, como que el autarquismo y la política agraria del primer franquismo fueron “un desastre”, “años de hambre”. Tanto es así que “en 1960 España era uno de los países más pobres de Europa”. Los más pobres después de 20 años de gobierno del dictador Franco… Menudo progreso.
Aviso a los que ahora me vengan a hablar del ‘milagro español’, siento comunicarles que no fue tal. Lo que pasó es que “la Guerra Fría revalorizó el régimen de Franco ante EEUU y propició un acercameniento”, añade Fusi. España fue un mero peón en el juego contra la URSS al que se le pagó por los servicios prestados, en torno a unos mil millones de dólares.
España dejó entonces de ser un país subdesarrollado, para convertirse en un país mal desarrollado. De hecho, muchos de los desequilibrios regionales que hoy padecemos hay que buscarlos en las políticas económicas de Franco en esos años. Una España, puede ser, pero construida bajo los pilares de la desigualdad social y económica entre regiones. Más pobre en unos sitios que en otros, como fue el caso de la provincia por la que es diputado el señor Mariscal.
Por cierto, no sé si se habrá dado cuenta de que con sus palabras se deslegima a sí mismo, ya que su cargo de diputado se lo debe a la democracia. ¿Le hubiera gustado más ser procurador en Cortes de Franco? ¿Ser designado por un señor a dedo y no elegido por los toledanos? Mire que podría no haber sido nominado… hágaselo ver.
Quizá la solución esté en más educación y menos redes sociales. Las clases de Historia de España en Bachillerato parece que no fueron provechosas para este diputado, que tiene a las redes sociales como fuente de autoridad en su discurso. Ese es el nivel: apología de la dictadura desde el corazón de la democracia. No pinta bien. Se verá.