Un día como hoy, hace 23 años, comenzaron las emisiones de la televisión autonómica de Castilla-La Mancha. Yo estaba allí. En un abrir y cerrar de ojos han pasado 23 años, unos cuantos más desde que me dedico a este oficio, que muchas veces, pienso, ya se ha extinguido.

Precisamente porque este día es para mí un día importante, porque el trabajo es importante, quería hablarles de trabajo y de trabajadores. Y cuando hablamos de trabajadores no se nos puede pasar por alto una de las mayores lacras que tenemos ahora mismo en el mercado laboral, la siniestralidad. Un término que engloba cualquier daño que sufren los trabajadores desempeñando sus funciones o yendo a sus lugares de trabajo.

Las cifras hablan por sí solas. Las últimas completas son las del año 2023. En España hubo un millón doscientos mil accidentes laborales. 4 700 fueron graves y 721 mortales. Castilla-La Mancha fue la cuarta comunidad autónoma española con más accidentes. Y atentos a este dato: el 95 % de los siniestros laborales en nuestro país se produce en empresas que no tienen representación sindical, por tanto, no tienen delegados en riesgos laborales.

Este año, con los datos que tenemos, vamos por muy mal camino en nuestra región. Aunque la cifra global de accidentes laborales ha caído ligeramente, se ha incrementado de forma significativa la mortalidad. Hasta donde están computados, son 47 víctimas mortales: 16 más que en todo el 2023. No se puede hablar de mejora de las condiciones laborales, en global, cuando hay más fallecidos también en global.

Estaremos de acuerdo en que en la seguridad y salud laboral hay tres patas: los trabajadores, las empresas y la administración. Pero, cuidado, no todos tenemos las mismas responsabilidades. No. No se dejen engañar por el discurso, tan manido muchas veces de "son los obreros los que no se ponen el casco, los que no se anclan a los arneses, los que cometen descuidos". No. Errores podemos cometer todos, pero son las empresas las que tienen la obligación de formar a los empleados, ofrecerles todos los medios de seguridad posibles y vigilar que esa seguridad se cumple. Es la administración la que tiene que vigilar que la empresa dedica tiempo, presupuesto y personal a que todas las medidas de higiene, seguridad y salud en el trabajo se cumplan.

Y algo debemos estar haciendo mal, muy mal, para que haya 47 fallecidos en Castilla-La Mancha. Trabajamos para vivir, no para morir. Me llamo Ángeles y estos son mis demonios.