Publica Rocío Esteban en La Razón una encuesta de Nc Report, según la cual García-Page se resiente ya del desgaste nacional y perdería la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, con lo que podría darse paso a la posibilidad de un gobierno entre PP y Vox en la Junta como ocurre en múltiples ayuntamientos y diputaciones de la comunidad autónoma. La encuesta es muy detallada y sorprende por su especificidad. Page perdería dos escaños y se quedaría en quince, mientras que el PP conseguiría esos dos y llegaría a catorce, al tiempo que Vox se mantendría con los cuatro que tiene. El índice de conocimiento de Page es popularísimo, pero ya también lo es el de Paco Núñez. La nota que a este último le dan los suyos asciende al siete y tampoco es mal visto por los votantes de Vox. No obstante, en conjunto sigue por delante Emiliano, que alcanza casi el seis cuando se pregunta directamente por él. Los escaños que se mueven en el mapa electoral son de Toledo y Ciudad Real, precisamente las provincias que tienen un censo mayor de las cinco. Si alguien todavía en las filas del PSOE de la comunidad y su sanchismo militante no lo sabía, el haba del roscón de reyes se llama Pedro y como no se vaya o disuelva de aquí al 27, la reelección autonómica dentro de dos años estará en sánscrito.
El congreso regional que habrá en dos semanas será aquello que los romanos llamaban rebus sic stantibus, es decir, estando así las cosas. Se mantendrá el statu quo -todavía me preguntan para qué sirve el latín- y Page sostendrá la nave en mitad del temporal sanchista. Al oleaje de Koldo, Ábalos y Aldama -los tres magos del carbón- habrá que hacerle frente junto a la tormenta cósmica de Begoña y mihenmano, como llamaba Antonio Burgos a Juan Guerra, pero ahora director de orquesta. Si a eso se suma el lavado de móvil en menos de una semana que hizo el fiscal general y los actos de Franco sin la Corona, el gazpacho de torreznos puede ser fastuoso. Normal que media España haya entrado al Veinticinco con virus gástrico.
Contra lo que sostienen algunos amigos y popes de esta comunidad autónoma, no creo que Page sea capaz de soportar la sombra de Pedro nuevamente en unas elecciones autonómicas. Sobre la base de un ensayo de la Historia fabuloso, las 'Vidas Paralelas de Plutarco' que en nuestros días hizo suyo en forma de serial periodístico el gran Pedro Cuartango, siempre he sostenido que Page era Bono, pero corregido y aumentado. Sucede que Bono, tras su única mayoría absoluta en el 95 al igual que Page en el 23, contó con la caída de González un año más tarde y la llegada de Aznar. Fue entonces cuando creció el hombre que se entendía con la derecha y firmaba el Plan Hidrológico Nacional. Sin embargo, nadie predijo que sobre Emiliano cayera la plaga de la pedrina, mucho más devastadora que la de setecientas langostas bíblicas por los siglos de los siglos. No obstante, esto no quiere decir que haya nada fijo e inmutable. Si algo sorprende de Page, es su inteligencia y astucia. Y uno no tiene duda de que, encontrándose en el gran momento que está, volverá a jugarlas como sabe y maestro que es. Por lo pronto, el haba ya ha salido y se llama Sánchez. Si quieren comerse el roscón algún año más, que la vayan envolviendo en papel albal.