Después de leer este libro del periodista y analista político Robert D. Kaplan (Nueva York, 1952) uno tiene muy pocas certezas sobre el mundo actual y sin embargo se siente como si un bombardeo de ideas hubiera colonizado su cerebro. Cada página de este libro es discutible, pero cada una de ellas tiene la virtud de sugerir muchas ideas nuevas. Uno acaba estando de acuerdo en la necesidad de recuperar la geografía como un factor fundamental en el análisis del mundo que viene, pero pone muchos reparos a la pretensión del autor a volver a un determinismo geográfico que es capaz de explicarlo también todo.

Y es que el autor es ante todo un impenitente viajero que ha pasado su vida entre las corresponsalías de prensa en medio mundo, como profesor de seguridad Nacional en la Academia Naval de Annapolis, como miembro de la Junta de Políticas de Defensa, como asesor del Departamento de Defensa de los EE.UU., y actualmente como principal analista de la consultoría geopolítica Stratfor. Con ese bagaje profesional, no es extraño, que después de más de una docena de libros dedicados a la geopolítica y a los viajes, ahora ponga la geografía como el centro de su reflexión global sobre el mundo.

En el prólogo justifica el sentido de este estudio de la siguiente manera:  “A lo largo de tres décadas, mis observaciones me han convencido de que todos necesitamos recuperar cierta perspectiva temporal y espacial, que se ha perdido en la era de los aviones a reacción y de la información. En este momento, las élites de formadores de opinión pública cruzan océanos y continentes en cuestión de horas, algo que les permite hablar con sospechosa facilidad sobre lo que Thomas L. Friedman, distinguido columnista de The New York Times, ha bautizado como “mundo plano”. Sin embargo presentaré al lector un grupo de pensadores que, sin duda alguna, no están de moda y que luchan de forma denodada por acabar con la idea de que la geografía ya no importa. Presentaré sus argumentos de forma pormenorizada en la primera mitad de este viaje, con el objeto de aplicar  su sabiduría en la segunda mitad y así hablar de lo que ha ocurrido y de lo que es probable que ocurra en  toda Eurasia: de Europa a China, incluido el Gran Oriente Medio y el subcontinente indio. Mi objetivo es descubrir que es lo que se ha perdido exactamente en nuestra visión de la realidad física, como lo hemos perdido y que debemos hacer para recuperarlo; para ello debemos aminorar el paso de nuestro recorrido y el de la propia observación, y recurrir a los valiosos conocimientos de estudiosos ya fallecidos. Esa es la finalidad de este viaje.”(Página 22)

Y así, la primera parte del libro lleva por título “Visonarios” con capítulos tan significativos como “De Bosnia a Bagdad”, “La distorsión nazi” o “La crisis del espacio”. En la segunda de título “El mapa de principios del siglo XXI” se repasa el mapa de “Las divisiones europeo”, “Rusia y el corazón continental independiente”, “La geografía del poder chino”, “El dilema geográfico de laIndia”, “El pivote iraní”, y “el antiguo Imperio otomano”, para acabar en una tercera  parte dedicada a “El destino de EE. UU.”, con “Braudel, Mexico y la gran estrategia” como tesis final.

En fin, como decía, un libro de geopolítica en el que el lector encontrará multitud de sugerencias y reflexiones sobre el mundo en que vivimos y que a buen seguro también potenciará muchas ideas nuevas con él de la mano.

Robert D. Kaplan. La venganza de la geografía. La geografía marca el destino de las naciones. Traducción de Laura Martín de Dios. RBA libros, 2017. 480 páginas. 23,75€.  Biblioteca Municipal José Hierro de Talavera de la Reina.