Dos libros sobre Paul Léautaud
La única manera de acercarse al 'Journal Littéraire' de Paul Léautaud (París,1872- Vallée-aux- Loups, 1956) para el lector español es la traducción que la editorial Fuentetaja ha realizado hace unos pocos años de la selección que hicieron en su día Pascal Pia y Marcel Guyot de los diecinueve tomos que se publicaron en Francia entre 1954 y 1966. También existe alguna traducción realizada en América de alguna de sus obras, como 'Petit Ami' y 'Amours', además del 'Journal Particulier', de 1933. Uno agradece hoy haber hecho aquel bachillerato en el que se estudiaba el idioma francés, aunque sólo sea por haberlo tenido entre sus lecturas durante meses. Después, como me ha ocurrido a lo largo de mi vida con algunos autores escogidos, como Cervantes, Lope, Quevedo, Josep Pla o Pío Baroja, tiene uno la necesidad de seguir leyéndoles y asomarse a todo lo que se relaciona con su vida y su obra. Como ocurre con su obra fundamental, no hay otra que armarse de diccionario, desempolvar los conocimientos del francés del bachillerato y poner paciencia en el empeño, aunque hoy los diccionarios en Internet le faciliten a uno mucho la labor. Todo es cuestión de paciencia y voluntad, y el premio está ahí.
Sin duda, la mayor especialista actual sobre la obra de Paul Léautaud es Edith Silve, a quien se puede considerar la heredera de Marie Dormoy, la mujer que se marcó la tarea de publicar el 'Journal' y sin la cual es posible que buena parte de esa obra se habría perdido. Marie Dormoy fue la amante de Léautaud y la protagonista del 'Journal Particulier', que el solitario de Fontenay-aux-Roses llevó paralelamente y en secreto a su diario principal. En 2016 se publicó la que uno querría que fuese, al menos, la penúltima de las entregas del 'Journal Particulier' del año 1936 y Edith Silve fue, como en las anteriores, correspondientes a los años 1933 y 1935, la encargada de realizar su edición. Las condiciones testamentarias del escritor dejaban bien claro que esos textos solo podrían ser publicados años después de su muerte. Uno duda, incluso, que de haber sido posible que Marie Dormoy hubiera podido publicar estos diarios desgajados del diario que le ocupó toda su vida a Léautaud, hubiera tenido la valentía de hacerlo.
Y Marie Silve es la autora de este 'Paul Léautaud et le Mercure de France', que en principio fue su tesis doctoral y que le abrió el mundo editorial y académico por la finura que demostró en la lectura y la interpretación de la vida y la obra de Léautaud.
El otro es una biografía en la que la mayor aportación de su autora es la interpretación del mundo del escritor, entre la figura de la madre protectora y la madre “ogresa”, que le marcaría toda su vida en sus relaciones con las mujeres.
Cualquiera que sepa francés medianamente no debería perderse el mundo de Léautaud. No se arrepentirá del esfuerzo.
Martine Sagaert. Paul Léautaud. Ed. La Manufacture, 1989. 238 páginas. Edith Silve. Paul Léautaud et le Mercure de France. Cronique publique et privée. 1914-1941. Ed. Mercure de France, 1985. 448 páginas.