El panorama se despeja para Emiliano
Casi todo el mundo coincide en que la moción de censura de Pablo Iglesias contra Rajoy en realidad iba dirigida contra el PSOE de Susana Díaz como una maniobra de política preventiva de las que tanto gustan los aficionados a Juego de Tronos. Ganó Sánchez en las primarias y la pareja real quedó descolocada en el tablero. La abstención de las huestes de Sánchez en el Congreso de los Diputados no tuvo que enfrentarse a los reproches preparados para las de Susana en el mismo caso. La última parte de la moción se convirtió en unos juegos florales entre el portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, y la pareja que se ofende cuando alguien alude a su “relación”. Al juego del miércoles entre las dos fuerzas que se disputan la izquierda, algunos comentaristas parlamentarios aluden como “una sintonía calculada” en la que la rebaja del tono de enfrentamiento ha dado paso a una “declaración de buenas intenciones”. Están dispuestos a “construir una mayoría alternativa al PP”, antes del solsticio de invierno (Pablo Iglesias utilizó el término incorrectamente político, Navidades), e incluso llegaron a declarar su coincidencia “en el análisis respecto a la emergencia social del momento”. Solo Hernando, el portavoz del PP, estropeó el idilio aludiendo a una relación que por lo visto es “tabú”. Gran noticia para Ana Botella, Ana Matos y tantas mujeres de las que a partir de ahora nadie podrá decir que tienen o tuvieron una “relación”.
Pero si la noticia a nivel nacional es la devolución del rosario de su madre, a Rivera y la vuelta al tonteo con el nuevo Sánchez a nivel de lo que nos toca la buena nueva es para Emiliano García Page. Ahora ya sabemos que antes del solsticio invernal, y uno casi apostaría por el de verano que se nos viene encima, el presidente regional tendrá sus presupuestos. “Dispuestos a construir una nueva mayoría” y “coincidentes en el análisis respecto a la emergencia social”, estaría muy feo que la nueva etapa entre solsticios comenzara con una ruptura en Castilla-La Mancha y unas elecciones anticipadas que, por mucho que diga el PP, nadie quiere.
El camino se despeja para Emiliano García-Page con los últimos y únicos presupuestos que necesita aprobar para llegar a mayo de 2019 instalado en el Palacio de Fuensalida. Y paradójicamente, como ocurre tantas veces en política, le deberá el favor a su íntimo enemigo y compañero Pedro Sánchez y a esa nueva sintonía interna y con Podemos que se respira en su partido de toda la vida en la sede de Ferraz. Con Susana al frente del PSOE nada habría sido tan fácil.
Y si había alguna posibilidad de elecciones anticipadas, los portavoces del PP regional se han encargado de liquidarla, al manifestar su entusiasmo por su convocatoria. Un entusiasmo, por otra parte, que a uno le parece un farol con el que pretende justamente lo contrario. Ya se sabe que en España desde el 11-M de 2004 para poner de acuerdo a las izquierdas el único requisito imprescindible es que el PP haga una propuesta. Page respira de nuevo. ¡Como para que añore a Susana!