Tomates o empleo. Page, Regatero, Larry Collins y El Cordobés padre
El presidente García-Page nos ha puesto delante de uno de esos dilemas que tan bien quedan en los libros de la Historia con mayúsculas, cuando se leía a Tácito o a Suetonio, o en las biografías taurinas, cuando los toros interesaban en el mundo y Larry Collins firmaba éxitos editoriales con la España de El Cordobés de fondo : “O César o nada”, “Cañones o mantequilla”, "O te compro una casa o te visto de luto”, “Esta tarde, por la puerta grande o por la de la enfermería”, “O a hombros o en camilla…", la cosa es interesante y como casi siempre detrás de una buena frase hay algo más que unas palabras: “O tomates en Murcia o empleo y turistas en el Puy de Fou toledano". No está mal el resumen. Enhorabuena Regatero, si sigues así algún día te pondremos en la foto de los comunicadores al lado del maestro Chunda.
Hace tan sólo unos años, en el “argumentario” de campaña del antitrasvasismo, la defensa del uso del agua en la agricultura frente al turismo y, especialmente cuando se utilizaba para regar campos de golf, llenar piscinas de hoteles o abrir parques acuáticos, era una de esas falsas verdades que parecían salidas de una manual de Lógica de primer curso de Filosofía y Letras y a la que pocos eran capaces de contestar de la manera, tan académicamente “lógica”, como lo ha hecho tal que antier el presidente de Castilla-La Mancha.
Claro, que han pasado los años y la otra lógica, la económica, que no es el batiburrillo incomprensible de Hegel y todos los filósofos alemanes constituidos en Academia, se ha impuesto de la manera que las verdades económicas se imponen en los sistemas democráticos. La razón se demuestra por los hechos y hoy nadie sería capaz de mantener que el rendimiento de unas cuantas hectáreas de alfalfa en Levante o Andalucía generan más empleo que un campo de golf. Otra cosa bien diferente es el debate conservacionista y ecologista que siempre va ligado al modelo de desarrollo elegido y a lo que uno no tiene nada que oponer cuando se resuelve tras la valoración de los pros y los contras y la asunción mayoritaria de las consecuencias y las repercusiones que el modelo elegido tendrá en sus vidas. Mi admirado Paul Léautaud vivió prácticamente toda su vida sin luz eléctrica y rodeado de gatos y perros en la periferia de París. Fue su elección, como la de tantos que optan por abandonar la ciudad y vivir con lo mínimo imprescindible. Allá ellos si se lo pueden permitir y están dispuesto a pagar el precio de su elección.
Ahora García-Page defiende el agua para un parque temático y uno no tiene otra que darle la razón. Bienvenido al club: “O tomates en Murcia o empleo en el Puy de Fou”.