Piratas del cacique y tu pasta para la casta
El título tiene el copyright del sindicato STAS-CLM, un sindicato de la administración pública que siempre se ha ufanado de su independencia, siempre desde la izquierda. No en vano muchos de su fundadores provenían fundamentalmente de CCOO y de UGT, hartos de sufrir el conchabeo sindical en cuanto el cargo público pertenecía a alguna de las casas madres de las que los supuesto independientes eran simples correas de transmisión. En la enseñanza, su variante, el STES, nunca ocultó sus simpatías ante la aparición de Podemos y fueron fundamentales en el agit-pro del movimiento de las camisetas verdes en la oposición por tierra mar y aire al gobierno de Cospedal. Fueron tan importantes en ese movimiento que arrastraron a una central, hasta entonces independiente como CSIF, a una oposición que al final fue más un tiro en el propio pie que una victoria. Ahí están si no para atestiguarlo las veinticinco y las veinte horas lectivas que venían a remediar en cuanto desapareciera Cospedal de la Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha.
Hace unos meses, cuando el gobierno de Page y Podemos intentó colar aquello que el STAS definió como el Nespage: un sueldo para toda la vida, el escándalo fue tan fuerte por la pretensión de consolidar niveles y sueldos de aquellos funcionarios que accedieran a cargos de libre designación y confianza, que los socios de gobierno se vieron obligados a retirarlo. Los que habían fundado su campaña electoral y su crecimiento en la eliminación de los privilegios de la casta, a la primera de cambio se otorgaban a sí mismos y a sus amigos de confianza todo aquello que decían venir a arrancar de cuajo. Al STAS le honró entonces denunciar la maniobra, como vuelve a ocurrir ahora con ese proyecto de Decreto para el Personal Directivo de la Junta, al que describen como “decreto para colocar y blindar a sus amiguetes en la Junta… administración paralela nombrada a dedo con criterios de clientelismo y desprofesionalización… requisitos de chiste”, para rematar con el anuncio de "¡Cacicada a la vista! Piratas del cacique. Tu pasta para la casta”. En fin, lemas, memes y títulos que el dúo Iglesias-Molina sólo hace un par de años hubiera arrastrado por esas televisiones con su programa regenerador a cualquiera que se le hubiera ocurrido una décima parte del Decreto bajo la mesa del consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, el otro Molina que nos faltaba.
Y es que desde los tiempos del célebre "¡Natalio, colócanos a tós!" la tentación de utilizar las administraciones públicas en beneficio político propio ha sido una constante de la izquierda española. Claro, que en ello la nueva derecha devenida en socialdemócrata no le va a la zaga: en julio de 2017, bajo el gobierno de Page, habían 60.595 empleados públicos, 52 menos que en julio de 2015 con Cospedal. “Tós socialdemócratas y con Natalio”.