Antes de empezar el proceso de primarias en el Partido Popular ya circulaban encuestas prediciendo el ganador. De su fiabilidad lo dice todo el hecho de que hasta entonces se contaba con que el censo de afiliados era de ochocientos y pico mil. Realizada la reglamentaria inscripción de militantes al corriente de pago, lo cual se conseguía con el modesto desembolso de veinte euros, todo quedó reducido a sesenta y seis mil, que son el siete y pico por ciento de aquellos ideales ochocientos mil. O sea, que el encuestador por muy fino que hilara en la selección de sus encuestados, tenía menos de un uno por ciento de probabilidades de haber entrevistado a un militante del PP con derecho a voto. Como siempre todo inventado y a favor del aspirante favorito de cada medio. Ni una sola de esas encuestas, tras la prescriptiva inscripción, tiene hoy ningún valor.

Ayer el diario ABC tomaba una muestra de cincuenta y cuatro militantes del PP inscritos para  votar el cinco de julio y preguntaba por sus preferencias. Si uno no contó mal veinte se inclinaban por María Dolores de Cospedal, doce por Soraya Saenz de Santamaría, diez por Pablo Casado y los otras doce se repartían entre el ex ministro García Margallo y los indecisos o que no manifestaban su voto. Números como otros cualesquiera y a gusto del medio y del consumidor…

Sin embargo en la encuesta de ABC había algo que puede indicar por donde irán las preferencias de la militancia el próximo día cinco de julio, a saber:

De Pablo Casado los encuestados que manifiestan su preferencia por él destacan su juventud, la necesidad de nueva sangre, la regeneración y el aire fresco que traería a la calle de Génova.

De Soraya Saenz de Santamaría serían cualidades como la experiencia de gobierno, la preparación, la capacidad de trabajo, el carácter, el carisma, la imagen que mejor representa al partido, la presencia y la simpatía, las cualidades, digo, que los militantes resaltan en su defensa. Y curiosamente es la única sobre la que alguno de los encuestados expresa su rechazo por “haber nacido en el PP, alto cargo y traicionado todos sus valores como la fidelidad y la lealtad”.

Y por fin, de María Dolores de Cospedal destacan sus partidarios que representa a la militancia, los verdaderos valores del PP, que mira los problemas, que da la cara por el partido, su capacidad de liderazgo, el conocimiento del funcionamiento interno, el ser una mujer de Estado, su defensa con decisión del PP, su apoyo a la militancia, su inteligencia, su trayectoria política, representar la unidad del partido y sus valores… en fin, una cascada de elogios en la que sin ninguna duda gana por goleada.

Nadie duda de que entre esos tres aspirantes está el ganador.