Una de las buenas noticias del año pasado para Talavera fue la decisión de la Asociación Manuel Azaña de instalar su sede social, con sus fondos documentales y bibliográficos en un local de la calle Corredera en pleno centro histórico de la ciudad. En esa decisión tuvo mucho que ver la relación que desde hace años ha tenido con Talavera su presidente, el amigo Isabelo Herreros, y su residencia en Pelahustán durante casi todo el año. También la ocasión que la bajada de precios en el mercado inmobiliario brindó a la asociación la posibilidad de un local que reúne todas las condiciones para ayudar a cumplir sus objetivos. Atrás quedó la posibilidad de que fuera la ciudad natal de don Manuel Azaña, Alcalá de Henares, la que recibiera el legado y la documentación en torno su figura que la asociación ha conseguido a lo largo de los años de su existencia.
Desde su presentación, en el otoño pasado, la Asociación que preside Isabelo no ha dejado de realizar actos que han aportado a la dinámica cultural de la ciudad una perspectiva distinta y enriquecedora. Ahora con el comienzo del nuevo año se ha inaugurado una nueva exposición basada en los propios fondos de la AMA (Asociación Manuel Azaña) que lleva por título “Azaña en Talavera”, y la verdad, uno acudía a ella con la ilusión de tener una visión nueva de lo que supuso la influencia del que fuera ministro, jefe de gobierno y presidente de la República, en la vida política de la ciudad y en la comarca, porque ya sabe el lector medianamente informado que los primeros pasos en política de Manuel Azaña fueron de la mano de don Melquiades Álvarez y su Partido Reformista en dos elecciones nacionales por el distrito electoral de Puente del Arzobispo. Luego, en sus extraordinarios diarios, aparecerían algunos personajes de aquella época retratados magistralmente y con un cariño que pocas veces aparece en la narración de las vicisitudes políticas con las que lidió en la etapa republicana.
Y con ese pensamiento, decía, iba uno a contemplar la primera exposición que la AMA hacía fuera de su sede. El título “en Talavera” quizá le hizo tener unas expectativas mayores de lo que la propia exposición es. Los autores, quiere uno pensar, han utilizado el “en”, para subrayar que la AMA tiene su sede con todo su archivo y biblioteca en Talavera, y no para hacer una muestra que tendría por centro las personas que fueron protagonistas en el partido de don Melquiades, en los primeros tiempos, y luego en Acción Republicana e Izquierda Republicana. La verdad, y como pude constatar con otros visitantes, desde esa perspectiva la visita me decepcionó.
Es verdad que en una de las vitrinas, ocupando un espacio de menos de un metro cuadrado, aparecen las fotos y los nombres de cinco relevantes personajes talaveranos ligados a Manuel Azaña y que no me resisto a copiar y ahí van: Francisco Valdés Casas (primer alcalde republicano de Talavera), Manuel González Cogolludo (presidente de Izquierda Republicana), José Fernández- Sanguino (médico ilustre), Julio Fernández-Sanguino (alcalde con el Frente Popular) y José Polanco Romero (talaverano, alcalde de Granada).
Pero esa vitrina a uno le ha sabido a poco. Ese “en Talavera”, quizá le engañó. Uno espera con impaciencia que la próxima exposición de la AMA del amigo Isabelo llene esas expectativas. Un “Azaña en Talavera” que no sólo sea más que la constatación de que los jóvenes investigadores de la ciudad existen.