Desde que los dos diputados regionales de Podemos le dieron el "no quiero", a su pareja Page, el mismo despechado y su corte, en lugar de refugiarse en los brazos de Papá y enjugar sus lágrimas, se ha dedicado a una campaña de acoso y derribo, con el apoyo de la parte sindical afecta, para que sus “parteners” políticos no encuentren lugar seguro en el que refugiarse.

Cada día asistimos a una nueva declaración, ya sea de miembros de la corte o de las reuniones que mantienen con sus afines, en la línea de hacer responsables a los dos populistas, de las 7 plagas bíblicas que nos caerán en Castilla-La Mancha, de no aprobarse los presupuestos del 2017.

Recordemos que éste gobierno ya prorrogó unos presupuestos y no pasó nada. Por no pasar, ni los sindicatos, tan díscolos antes, dijeron esta boca es mía. Y de las múltiples plataformas anti Cospedal, mejor no hablar, ya están disfrutando de sus apoyos anteriores.

Toda esta campaña orquestada no tendría ningún sentido si los dos partidos, que se suponen tienen algunas luces más que los populistas comunistas, dejarán de lado sus sectarismos y negociaran unos presupuestos para el “pueblo”.

Al fin y al cabo, poco se diferencian unos de otros: más gasto público, más impuestos y más dinero para la sanidad y el bienestar social. El mismo discurso, esté quien esté.

Pero lo mismo que sería deseable para Castilla La Mancha, lo sería para España, y así evitaríamos el mismo chantaje al que nos someten los "nazionalistas", que en este caso no son dos, sino cuatro gatos, los que nos someten al resto de españoles a un sangrante chantaje para beneficio de algunas regiones en detrimento del resto de España y de nuestra región.

Otro cáncer, provocado por la ruina autonómica y un mal sistema electoral, que daría para una conferencia, y hasta si me apuran para un referéndum. Pero este referéndum ya saben cómo saldría, y un tiro en la sien no se preocupen, que los reyes de las taifas no se lo darán.