Señor Director: Ante la subida especulativa de las viviendas  de alquiler, algo provocado por las viviendas puestas en el mercado turístico donde parece producen más rentabilidad, aquí no se trata de ser de ideas comunistas pero lo que opino que se debe hacer o mejor dicho construir vivienda pública de alquiler, para controlar la especulación privada y disparar los precios como pasó cuando empezó la crisis que arrastramos.

Y todos los pisos de Bankia gestionados por Sareb que no se han vendido a fondos buitre controlarlos por inspectores y alquilarlos a personas necesitadas y controlar los ocupados a y una cosa que no metan la mano los políticos chorizos en estas gestiones. Todos esos pagos los recaudará el Estado a través de Bankia que de momento es la banca  pública, supongo por intervenirla el Estado cuando estuvo en bancarrota y por supuesto nunca privatizarla pues serviría para administrar pagos y cobros estatales de los ciudadanos.

Uno no entiende que los bancos y las viviendas sean de los negocios más rentables y que el Estado no quiera dedicarse a estos negocios y lo dejen todo a iniciativa privada. En cuanto a los alquileres a turistas de viviendas entiendo que inviertan empresas y tengan unos precios asequibles y la gente los alquile y si no que la multitud de hoteles carísimos y que tienen más de la mitad de sus habitaciones vacías que bajen sus precios y no abusen tanto con sus precios elevados y desorbitados.

Y por no decir que si el Gobierno  de turno no aplica esta postura nos veremos envueltos en otra burbuja inmobiliaria con la especulación de esas oportunistas inmobiliarias que están resurgiendo como hongos.

Un saludo de un español  que fue de vacaciones a Alemania hace más de 15 años y se enteró de que casi el 40 % de la vivienda de alquiler la administra el Estado y antes de la crisis ganando unos sueldos el doble o triple que en España las viviendas estaban mucho más baratas que en España y encima les entraba gratis calefacción y luz incluidos. Ahora entiendo por qué los Alemanes son unos cabeza cuadrada y nosotros no dejamos de ser el país de la picaresca.