TODOS EN CONTRA DEL BULLYING - José Manuel Sánchez Blanco (17 de junio de 2018)
Censurados mis pensamientos por encima de mi moral, acatando los convencionalismos de esta, nuestra sociedad, he aprendido a “pisar antes de que me pisen”. Acoso escolar, en boca de todos cuando escuchamos alguna noticia desoladora, pero censurado cuando sucede día a día en el patio de un colegio. Hipócritas nosotros, que criticamos esta conducta desde la lejanía pero no somos capaces de verlo a nuestro alrededor, porque si alguien es marginado es porque es raro, si nos reímos de algo y nos preguntan de qué contestamos pícaros: “No te preocupes, nos reímos contigo, no de ti”. Lo reconozco, soy muy hipócrita, tengo 17 años y ya he acabado mi etapa escolar. Sinceramente, mentiría si dijera que nunca he presenciado acoso escolar, que nunca he notado como alguien quedaba oprimido, censurado. Y mentiría si dijese que en todas esas ocasiones he intervenido censurando al que oprime. Ahora sé que no hice bien, pero quizás esté haciendo un favor a alguien en un futuro haciéndotelo saber. Tenemos un día para todo, miento, para todo no; solo para aquello que no hemos logrado conseguir; tenemos un día para el acoso escolar, ¡basta ya!