NAVIDAD AGRIDULCE - Alfonso Martín Fernández-Manrique (16 de diciembre de 2018)
Nos encontramos a escasos días de la Navidad, época en la que volvemos a ver a familiares que viven lejos de nosotros, época en la que el vínculo de unión familiar se fortalece, época en la que el amor invade nuestros corazones y la felicidad se hace presente en las calles, pero esto no siempre es así.
España cuenta con más de 40.000 personas sin hogar donde resguardarse. La mayoría de ellas, se encuentran solas y marginadas. Para estas personas, las Navidades traen consigo un sentimiento de soledad incrementado cuando tantísimas familias, que celebran la Navidad juntas, pasan frente a ellos mientras piden limosna.
Estoy seguro de que nadie desearía, bajo ningún concepto, pasar unas fechas tan señaladas como las que se aproximan sin un hombro en el que apoyarse, y mucho menos, teniendo que pasar las largas y frías noches entre cartones y mantas sucias.
Somos humanos dotados de caridad, una virtud que nos lleva a apoyar a esas personas que más lo necesitan, y está claro que estas 40. 000 personas, necesitan de nuestra caridad ahora más que nunca.