Si sacralizar ciertos valores: La patria, por ejemplo. Si conversas poco y envías muchos Whatsapp. Si tus padres no te han dejado decidir y te han tratado con excesiva dureza, tienes más posibilidades de ser un radical. Un luchador callejero, o un delincuente. A veces no hace falta que tus padres se hayan pasado.

Tras escuchar un expresión parecida, pensé, que no tenía sentido, que no estaba fundamentada. Pensé esto, pero ahora ya no estoy tan seguro. Tres documentos me han hecho replantearme mi opinión inicial: 1. Entrevista a Scott Atran: "Si sacraliza la patria, el cerebro inhibe el razonamiento". Las neuroimágenes nos muestran un cerebro diferente. Un funcionamiento diferente. Menos deliberación y más respuestas inmediatas y reflejos. Estos individuos son más autómatas. 2. Un libro: «En defensa de la conversación». Según este texto los que conversan poco cara a cara, tienen menos capacidad expresiva, son menos empáticos y menos sensibles. 3. Un estudio: La paternidad severa predice un bajo nivel educativo. Los chicos que sufren una crianza dura, presentan un nivel educativo más bajo, y una tendencia a delinquir, más alta. Explicación: Tienden a pasar más horas fuera de casa. Resultado: Imitan muchas conductas del exterior.

Resumiendo, los individuos que viven estas tres circunstancias, si encima no tienen nada que perder, son fácilmente manipulables. Es más fácil que cojan una desviación. Es más fácil que abandonen la línea recta.