CUANDO VEMOS QUE LOS RICOS SE HACEN LAS VÍCTIMAS - Martín Martínez (30 de mayo de 2019)
Que un bebé llore, lo encontramos normal. De hecho lo encontramos normal y positivo. Pues, «el que no llora no mama». De hecho, es una manera de comunicar. Y una herramienta para sobrevivir. Cuando los niños, se hacen las víctimas, «mamá, me ha pegado!», Ya no lo encontramos tan aceptable. Cuando el victimismo lo practica el estudiante, que tras mostrarnos las notas, insinúa que el profesor le tiene manía. Empezamos a preocuparnos, pues, sabemos que los que no practican la autocrítica, no mejoran.
Generalizando mucho, aceptamos un cierto victimismo, pues, consideramos normal hasta cierto punto, que la gente quiera aprovechar los beneficios que se derivan de esta práctica: Primero, la compasión que se despierta. Luego, que no te pregunten, ¿y tú qué has hecho?.
Esto, se acepta, hasta cierto punto. Pero, cuando vemos que ciertos territorios ricos, se hacen las víctimas. Y terminan diciendo: «Queremos decidir más, queremos pagar menos. Nosotros primero!». Cuando vemos esto, se nos acurre lo siguiente: «Tenemos que hablar!. Tenemos que pensar!». Yo ahora estoy pensado en el Brexit y en el independentismo catalán.