PERSONAS IZQUIERDAS - José Enrique Centén Martín (6 de octubre de 2019)
Es la definición de aquellas personas que, bien por la naturaleza o por costumbre ha dispuesto que se distinga por su habilidad en predicar una cosa y ocultar lo que realmente desea. Propio del PSOE, definiéndose actualmente Socialdemócrata, borrando su origen primigenio de la mano de Felipe y ahora defiende los mismos postulados del partido de Mariano, ejemplo claro del proceso de persona izquierda ya superado al desear un retorno parecido al franquismo, cambiando la Dictadura personalista por la Dictadura Financiera, esta no fusila, pero esquilma llevando a la indigencia a la gran mayoría de los españoles, privatizaciones de la Enseñanza, Sanidad, contratos precarios, por horas o días, alquileres abusivos, abandono de las prestaciones sociales a mayores, parados o discapacitados de diferentes tipos. El actual dirigente socialdemócrata está en evolución, por un lado, exhuma a Franco con la posibilidad de enterrar en otro lugar, cuando debería de hacer desaparecer sus restos para que no le rindan culto en el futuro. Saca a uno olvidándose de los que llevó sin consentimiento a ese lugar, mausoleo con una cruz que se ve desde muchos kilómetros que también la deberían demoler porque debe de avergonzar a los creyentes, su símbolo. El genocida la erigió como deseo pretencioso de inmortalidad y rodeado de los que mandó asesinar, repugnante panegírico de su bárbaro poder que siempre será recordado aunque no esté allí su despojo. Y por otro lado hace guiños a la derecha un poco menos corrupta como posible coaligado.
Pero no solo este síndrome de personas izquierdas se da en partidos consolidados, surgen nuevos con el mismo síntoma, el ansia de poder, pretenden quebrar un movimiento limpio y espontáneo como aquel 11M que surgió con la pretensión de que el Bienestar Social no se terminara de destruir. Estos ensuciadores de Más país (de egos) se autodefinen transversales, pretenden restar unos pocos diputados a PODEMOS con la intención de pactar con los socialdemócratas, según declaraciones de Íñigo, y con esa derecha que aún no ha gobernado en España, para sumar mayoría en el Congreso, con muchos afiliados, que siendo conservadores, están abandonando el partido por el autoritarismo del líder y el abandono de sus supuestos principios con la deriva continua tapando corrupciones para gobernar en algunas comunidades.
Demostración que el único interés es el poder, no importa con quién solo tienen un fin, satisfacer intereses particulares en lugar de los ciudadanos. Esa veleta ideológica es capaz de integrar en una coalición a transversales, socialdemócratas y pupilos del IBEX para el establecimiento de un gobierno maleable el 10 N.
¿Y qué harán en el futuro los transversales?, ¿harán como el partido del IBEX?, sumarse en concentraciones al grito de ¡Viva España!, que la derecha lleva utilizando desde 1939 como si fuesen solo ellos los que siente la Patria, sin pensar el verdadero significado de España, y ese no es otro que, nuestra tierra, nuestros hijos, los sepulcros de nuestros padres, nuestra riqueza, nuestra diversidad, nuestra historia, nuestra grandeza, nuestras casas, nuestro nombre. Su ¡Viva España! es grito de odio ejercido sobre los que no piensan igual que ellos, porque su España son, sus reyes, su religión o su dictadura, la ahogada por la muerte del dictador y por los brotes de Libertad que sucedieron a la época de represalias, fusilamientos, cunetas como cementerios que estos elementos desean ejercer nuevamente con declaraciones justificando el pasado, pasado nunca condenado por la derecha desde la muerte del dictador.