Las prestaciones de la Seguridad Social en España juegan un papel principal en la cohesión territorial del país, facilitando prestaciones iguales para todas las personas que cumplan las mismas condiciones de acceso, sin tener en cuenta su lugar de residencia. De esta forma, el funcionamiento de la Seguridad Social bajo el criterio de caja única ha permitido mutualizar las diferencias territoriales de renta, empleo y envejecimiento de la población, gracias a las transferencias realizadas por la Administración General del Estado sustentadas en los impuestos generales de los territorios de Régimen Común y la emisión de deuda pública.
De acuerdo con un informe de la Fundación Estudios de Economía Aplicada (Fedea) titulado Los saldos regionales del componente contributivo de la Seguridad Social, el sistema de pensiones de este país presenta un déficit contributivo de 33.373,8 millones de euros. Es decir, de cada 100 euros que cuestan las pensiones en España, tan sólo 77 se financian con los ingresos propios de la Seguridad Social y los otros 23, con transferencias o déficit. El análisis incluye entre los ingresos las cotizaciones sociales, además de unos pequeños ingresos que tiene la Seguridad Social por otras tasas. Por su parte, el núcleo duro de los gastos lo constituyen las pensiones contributivas, además de las pensiones por invalidez o cuidado de menores, las mutuas y los costes de la administración del sistema.
Sin embargo, dentro de estos déficits territoriales existen grandes diferencias entre las distintas comunidades autónomas. Castilla-La Mancha no se encuentra entre las regiones con un mayor porcentaje de déficit en relación con los ingresos percibidos por cotizaciones sociales y el pago de pensiones contributivas de la Seguridad Social. De hecho, salvo Baleares y Madrid, cuyos ingresos y pagos se encuentran equilibrados y pueden sostener sus pensiones por sí mismos, Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con menor porcentaje de déficit autonómico del país. En la región, la tasa de cobertura de las prestaciones de la Seguridad Social cubierta por las cotizaciones en la región alcanza el 87,4%. Es decir, de los 5.136,9 millones que suman las pensiones contributivas en la región, 4.488,4 proceden de ingresos por cotizaciones.
Dentro de este déficit generalizado hay grandes diferencias entre los diferentes territorios del Estado. Asturias apenas cubre el 42,3% de sus pensiones con los ingresos propios, 2.191 millones; seguida por Galicia (57,4%/5.514); Cantabria (59,9%/1.332); País Vasco (60,4%/6.245); Castilla y León (61,4%/5.502); y Extremadura (62,4%/1.766).