La emblemática entidad financiera de la región dice que los ajustes no han acabado
El 36% de las oficinas bancarias y el 30% de las plantillas del sector financiero en España han desaparecido desde que comenzó la crisis en 2008. Y pese a estas drásticas y duras medidas, el proceso de ajuste parece lejos de haber finalizado. La densidad de las oficinas en España sigue siendo superior a la media de la eurozona, lo que unido al cambio digital y a la necesidad de ganar eficiencia y reducir costes permite prever que el ajuste no ha acabado. Así lo anticipó el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, que en la Junta de Accionistas celebrada este miércoles afirmó que “las entidades siguen ajustando su capacidad”, según información del diario El Comercio.
Menéndez aseguró que Liberbank será uno de los grupos “más beneficiados” por la esperada subida de tipos de interés debido a la composición de su cartera de créditos, donde el 60% son hipotecas y la mayoría está a tipo variable -eso está cambiando en la nueva concesión de créditos hipotecarios ya que la mitad se está firmando a tipo fijo-. No obstante, el presidente de Liberbank, Pedro Rivero, puntualizó que no se puede jugar “solo a que van a mejorar los tipos de interés”. “Vamos a trabajar como si la subida de tipos fuera más lejana de lo que desearíamos”. Los test de estrés ordenados por el Banco Central Europeo incluyen un test de ‘sensibilidad’ de cada entidad financiera a la subida de tipos, es decir, cómo le va a afectar a su rentabilidad y el de Liberbank concluye que la subida “nos beneficiaría sustancialmente”.
El consejero delegado admitió que, en 2016, la volatilidad de los mercados “afectó de manera negativa y a Liberbank más que a otros”, a lo que se sumó el vencimiento del esquema de protección de activos (EPA) por Caja Castilla La Mancha (CCM), la incertidumbre por las cláusulas suelo, los bajos tipos y la menor liquidez de la acción. En 2017, el mercado está siendo «más positivo» con la entidad, subrayó Menéndez, por la resolución de algunas incertidumbres (EPA, cláusulas suelo) y por las perspectivas de subida de interés.
En diciembre del año pasado finalizó el EPA de CCM, tras haber tenido que utilizar todas las ayudas recibidas del Fondo de Garantía de Depósitos (2.475 millones de euros) y otros 176 millones de euros con cargo a la cuenta de resultados. De los 7.244 millones de euros en activos protegidos que recibió Liberbank de CCM, a cierre de 2016 le quedaban 5.617 millones de euros, de los cuales alrededor de 3.000 millones están dañados. En el primer semestre de este año se procederá a la liquidación del EPA, con una valoración actualizada de los activos que determinará si tienen que elevar provisiones o liberar algunas de las realizadas.
Los créditos dudosos de Liberbank (grupo constituido en 2011 con la "fusión fría" de Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria) disminuyeron un 34,8% el año pasado, un total de 1.713 millones, lo que redujo la tasa de mora en seis puntos porcentuales hasta el 13,9% -incluyendo el impacto de los activos protegidos del Banco de Castilla-La Mancha-. El saldo vivo de créditos productivos se incrementó un 1,5%, y los recursos de clientes crecieron un 1,7%. La formalización de nuevos préstamos y créditos aumentó un 28,8% y el patrimonio en fondos de inversión subió un 10,7%. El beneficio neto se mantuvo estable el año pasado: 129 millones de euros, un 0,2% más que en 2015., tras dotar las provisiones para cláusulas suelo (136 millones que se sumaron a los 83 millones reservados en 2015).