La política se ha convertido en Castilla-La Mancha en un hervidero de comentarios y rumores en torno a la próxima formación del Gobierno de coalición que presidirá Emiliano García-Page bajo el pacto del PSOE y Podemos. Se están produciendo muchos movimientos en estas semanas en torno al Ejecutivo y las Cortes castellano-manchegas, pero hay una amplia coincidencia en que no se tomarán decisiones definitivas hasta que el próximo 31 de agosto se aprueben los Presupuestos en el Parlamento autonómico y Page se garantice la estabilidad hasta el final de la legislatura, en mayo de 2019.

Ya es segura, no obstante, la entrada de dos miembros de Podemos en el próximo Gobierno de Castilla-La Mancha: el futuro vicepresidente de la Junta y líder morado en la región, José García Molina, y una hipotética consejera que podría ser María Díaz u otra dirigente regional del partido de Pablo Iglesias. Page tendrá que lidiar en sus Consejos de Gobierno con dos integrantes de otro partido, circunstancia inédita hasta ahora en la política en Castilla-La Mancha y cuyos resultados son por ahora imprevisibles. A los socialistas esta situación no les hace ninguna gracia, pero empiezan a asumirlo porque no tienen más remedio si quieren aprobar los Presupuestos y terminar su mandato razonablemente.

En medios políticos de distintos signo se está especulando estos días con la posibilidad de que Page aproveche la entrada de Podemos en su Gobierno para llevar a cabo una remodelación más amplia del Ejecutivo regional y mover varias Consejerías. Se hacen muchas quinielas sobre los nombres que podrían entrar o salir del equipo de gobierno de Emiliano García-Page, pero sobre todo se comenta que el presidente de la Junta podría rodearse de un "núcleo duro" de consejeros muy afines y cercanos con los que dirigir la política regional bajo unas circunstancias que evidentemente van a ser difíciles en estos dos próximos años. Page, según estas fuentes, querría situar en el Ejecutivo regional a personas de su máxima confianza para contrarrestar la fuerza que Podemos pueda empezar a tener ahora en la Junta de Comunidades.

Septiembre será el mes en el que, previsiblemente, todo empiece a moverse, una vez que los Presupuestos estén aprobados el 31 de agosto y esta circunstancia sea inamovible. Iremos viendo si este hervidero regional se aclara y todo fluye de nuevo en la política castellano-manchega.