Mientras aumenta el escándalo en el Parlamento catalán al hilo de la tramitación de la ley del referéndum en la que ninguna ley ni reglamento parlamentario sirve para detener a los independentistas, en Madrid siguen los preparativos de la llamada asociación de Madrileños por el Derecho a Decidir con vistas a celebrar el próximo día 17 el acto a favor del referéndum en Cataluña en unas instalaciones cedidas por el ayuntamiento que preside Manuel Carmena. Han sido numerosas las voces que se han levantado contra la celebración de este acto en unas dependencias públicas, entre ellas las del grupo municipal madrileño del PP, que, entre otras cosas, consideran que no debe ser autorizado un acto cuyo cartel de convocatoria contiene una corona real invertida.

No es extraño el contenido del cartel ya que la impulsora de esta asociación, Belén Murillo, no ha ahorrado criticas ni insultos al Rey cuando lo ha considerado oportuno. La tal Belén Murillo Martínez, de 42 años, es vecina de San Fernando de Henares (Madrid), hija de un cordobés y de una conquense y no tiene ni rastro de apellidos catalanes en su árbol genealógico. Sus orígenes castellano-manchegos no han impedido que se convierta en estandarte de la causa del independentismo catalán en Madrid.

La celebración del acto del día 17 en un edificio de titularidad municipal, ha hecho que se acuse a la alcaldesa Manuela Carmena de amparar el desafío secesionista. La Junta de Arganzuela, que gestiona el espacio en cuestión, respondió enmarcando el acto dentro de «las actividades gratuitas consideradas de interés público» y «de extrema importancia política y social». Así de simple.

Belén Murillo, politóloga de formación, se presenta como secretaria nacional de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) -la organización nacida en 2012 con el objetivo de conseguir la independencia política de Cataluña y que fue presidida por Carme Forcadell-, como coordinadora de la ANC en Madrid y como miembro de la rama animalista de la ANC. Le encanta mostrarse fotografiada con gerifaltes del independentismo catalán.

En mayo, el Instituto de Proyección Exterior de la Cultura Catalana (IPECC) premió a 10 catalanes y catalanófilos residentes en el exterior: uno de ellos fue la “conquense” Belén Murillo.

La culpa de su catalanismo dice que “la tiene Serrat” y entre sus perlas dialécticas destacan las siguientes: «El catalán vive una situación de dominación por un Estado ajeno», «Creo que se está expoliando Cataluña...», «Cataluña es la última colonia que queda. España está ocupando Cataluña”.

Curiosamente Mar Ampurdanés Gutiérrez, la portavoz de Arran, organización de los jóvenes de la CUP que promueven la turismofobia, también tiene familia muy próxima en Castilla-La Mancha, concretamente en Toledo.