La portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, hizo ayer unas declaraciones en el transcurso de una rueda de prensa en la que dio algunas claves importantes en relación con las alecciones autonómicas de 2019. Entre otras cosas puso el acento en dar por hecho que de cara a dichas elecciones el actual secretario general del PP en la región, Vicente Tirado, será quien lidere la candidatura de este partido en Castilla-La Mancha. Es lo mismo que piensan otros muchos, incluso en el PP, aunque nadie quiere dar por cerrado ese capítulo puesto que no está descartado aún que la candidata sea finalmente María Dolores de Cospedal. Eso lo saben también en el PSOE, aunque prefieren pensar lo contrario. Al menos de cara a la opinión pública ya que en el fondo lo que más les interesa es dejar sentado que Cospedal ha dejado de interesarse por la región.

Para los socialistas castellano-manchegos, sobre todo en el entorno de García-Page, lo de Tirado es más un deseo que una certeza: El de tenerle como rival en vez de a Cospedal. Ya lo dijo el presidente castellano-manchego en la tribuna de las Cortes durante el debate del Estado de la Región, donde a fuerza de ser sincero, y en estos casos lo es, no tuvo por menos que celebrar la posibilidad de que Tirado sea su rival como cabeza de cartel del PP en el año 19. Están convencidos, y así lo ha constatado este diario en fuentes socialistas, de que es una figura con menos fuerza porque nunca ha liderado una candidatura, no tiene el alto nivel de conocimiento ciudadano de Cospedal y además carece del liderazgo de la ministra. Es un candidato por estrenar y, en consecuencia, más fácil de batir, según el PSOE, frente a un rival que llegará al 19 como presidente de la región tras cuatro años de gestión y toda una vida ejerciendo en política.

Pero una cosa es que el PSOE quiera a Tirado como candidato y otra que pretenda que corte amarras con Cospedal. Blanca Fernández pedía ayer al secretario general del PP castellano-manchego que “corte los hilos” y el "el cordón umbilical" con Cospedal, su jefa de filas. Es una invitación envenenada con una doble intención: Que Tirado traicione a la persona a la que se siente más próximo políticamente y en caso de no hacerlo ligarle a la figura de Cospedal pensando que así le desgastan como candidato ya que, según la propia portavoz del PSOE en las Cortes, se trataría  de un "lavado de imagen muy inteligente" desde el punto de vista de la "estrategia política": "Hacemos una llamada a Tirado para que corte ese cordón umbilical. Le vendría muy bien al PP y los ciudadanos se lo agradecerían. Mientras no corten los hilos que desde el Ministerio de Defensa mueven a los títeres del PP en la región, no desaparecerá la tensión", concluyó, a sabiendas de estar lanzando un consejo que es metafísicamente imposible que se acepte.