Los nervios están empezando a aflorar en el Partido Popular ante el resultado que arrojan las últimas encuestas y el descalabro sufrido en Cataluña. Todo hace pensar que estamos ante un nuevo ciclo de la política española y que definitivamente se rompe el sistema bipartidista en el que el PP y el PSOE se han alternado en el poder en las últimas décadas. Que este periodo haya sido el más pacífico y en el que mayor desarrollo ha alcanzado España en toda su historia, no impide que los votantes hayan dejado de creer en los partidos tradicionales y busquen alternativas en organizaciones emergentes, aunque no se sepa hacia dónde nos conducirán.

El PP tiene el duro reto por delante de superar los malos augurios de las encuestas. Y no va a ser fácil. Rajoy ha convocado este lunes la Junta Directiva Nacional del PP para exponer su estrategia con vistas a las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Se esperaba mucho de esta reunión, pero ha salido el Rajoy de siempre y todo ha quedado en nada. O casi nada. Todo lo fía a los buenos resultados económicos de este año y medio que queda para la convocatoria electoral.

En estas circunstancias, el partido prepara sus candidatos para afrontar esa decisiva cita con las urnas. También en Castilla-La Mancha, aunque aquí ni siquiera está claro quién va a ser el candidato a la Presidencia de la Junta. La presidenta regional del partido, María Dolores de Cospedal, tendrá que optar por mantener sus aspiraciones en la política nacional trabajando desde Madrid en un gobierno que en 2020 podría dejar de estar en manos del PP, o volver a Castilla-La Mancha e intentar gobernar de nuevo, aunque sea con el apoyo de Ciudadanos. Sabiendo cómo ha actuado en situaciones anteriores menos comprometidas, todo hace pensar que la decisión, aunque ya la tenga tomada, no la hará pública hasta el último momento.

Algo más claro están las cosas respecto a las alcaldías de las principales ciudades de la región, aunque en un buen número de ellas no haya nada decidido. Los que parece claro que repetirán son actuales alcaldes de capitales como el del Albacete, Manolo Serrano (en la imagen de arriba); el de Cuenca, Ángel Mariscal, y el de Guadalajara, Antonio Román. Éste, que no quería presentarse a las anteriores elecciones, tendrá que volver a hacerlo ahora dadas las circunstancias. Otra cosa es que si vuelve a ser alcalde aguante la legislatura completa en el cargo.

También tienen todas las posibilidades de repetir alcaldes como el de Talavera, Jaime Ramos; de Almansa, Paco Nüñez; el de Daimiel, Leopoldo Sierra; de Socuéllamos, Prudencia Medina; de Criptana, Antonio Lucas-Torres; de La Roda, Vicente Aroca; de Sigüenza, José Manuel Latre; de Quintanar, Carlos Madero…

Falta por saber quiénes serán los candidatos a las alcaldías de capitales como Toledo, que repetiría Jesús Labrador (será en principio lo que él mismo decida), o Ciudad Real, donde el nombre que más sigue sonando es el del portavoz del Grupo Popular en las Cortes, Francisco Cañizares. Se habla también de otros nombres como el de Lola Merino o Miguel Ángel Rodríguez; hay cantera, pero no está decidido. Ocurre lo mismo en otras grandes ciudades de la región en las que el PP tendrá que concretar sus propuestas de cabezas de lista como es el caso de Valdepeñas, Puertollano, Azuqueca de Henares o Hellín. También para Tomelloso, donde se habla de la diputada Cortes Valentín, y para Manzanares y Alcázar, donde podría intentarlo de nuevo Diego Ortega. En Tarancón también podría repetir la diputada nacional María Jesús Bonilla.

Como se ve, son varios los grandes municipios en los que el PP debe hacer buenas propuestas si quiere alcanzar el gobierno de sus alcaldías, sobre todo en un momento como el que se está viviendo y con unos aires que parecen soplar contra del partido de la gaviota, aunque aún queda partido por jugar.