Confidencial

Una consigna rotunda de Pablo Casado que no debería afectar a Paco Núñez

29 noviembre, 2018 00:00

El nuevo PP de Pablo Casado afronta este domingo su bautismo de fuego electoral en unas condiciones no muy favorables debido al peso de los escándalos de corrupción y a la irrupción de nuevos partidos políticos que le pueden arañar un buen número de votos en los comicios andaluces. Este va a ser el termómetro que mida el estado de salud de los “populares” ante las urnas, aunque la actual dirección del PP dice que los resultados no serán imputables a Pablo Casado debido a que Juanma Moreno no era su candidato. Lo mismo ocurre en otras regiones, donde el líder del PP prepara cambios profundos “si se confirman las malas perspectivas electorales”, según ha publicado El Confidencial Digital.

Dichos cambios podrían afectar a un buen número de líderes regionales. Recuerdan desde el PP que tras el congreso nacional extraordinario en el que fue proclamado presidente, Pablo Casado descartó celebrar congresos regionales debido a la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales. El PP siempre ha celebrado estos congresos después de las autonómicas, y esta vez se hará igual. Casado será respetuoso con el calendario orgánico, pero en función de los resultados la dirección nacional puede respaldar, o no, a las actuales ejecutivas regionales y locales.

El nuevo presidente del PP, según ECD, considera que el partido debe regenerarse no solo en la sede nacional, sino en toda España. Casado lo tiene claro: “Aquí la consigna es que quien pierda en las autonómicas tendrá que irse...”. En ese sentido, el mensaje que se estaría enviando a las diferentes ejecutivas regionales es que “el candidato a las autonómicas que gane, seguirá. Y el que pierda deberá presentarse a un congreso donde puede irse, ya que habrá una alternativa para mejorar la situación del partido en esa comunidad autónoma”.

Los actuales dirigentes que están en la cuerda floja son Juanma Moreno, la valenciana Isabel Bonig y el extremeño José Antonio Monago. Otros que lo tienen muy difícil el 26-M son la navarra Ana Beltrán y el aragonés Luis María Beamonte, aunque su designación reciente y su apoyo incondicional a Casado les mantendrá en el puesto. Igual que Fernando López Miras, que accedió a la presidencia de la Región de Murcia, y del propio partido, el año pasado. Murcia es de las escasas regiones en las que el PP cree que puede ganar.

En cuanto a resultados electorales, las fuentes citadas por El Confidencial Digital consideran que también lo tiene complicado Francisco Núñez en Castilla-La Mancha, aunque su continuidad está asegurada, según las fuentes de ECD: “Cospedal convocó el congreso extraordinario para su relevo antes de las autonómicas para blindar su relevo, y Casado va a respetar esa decisión”.

En cualquier caso no sería sensato cambiar al candidato que han elegido mayoritariamente los “populares” castellano-manchegos, y más aún cuando para poder llevarlo a cabo tendrían que hacer algún tipo de apaño que desdibujaría el mandato del congreso regional del PP. Tampoco sería lógico que el PP volviera a cambiar otra vez de candidato en Castilla-La Mancha y que no se le diera al menos otra oportunidad a alguien que acaba de aterrizar y que ha asumido la dificultosa tarea de recuperar el electorado de un partido en horas bajas.