El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, está demostrando mucho valor y ganas de trabajar en el tiempo que lleva al frente de los "populares" en la región y después de sufrir una grave derrota electoral frente a un duro y experimentado rival como es Emiliano García-Page. Núñez no ha dejado de moverse ni un solo minuto ni ha renunciado a afianzar la recuperación de su partido -evidente en las últimas generales- en un contexto claramente hostil y con recursos más que precarios para llevar adelante su proyecto. Sus fuerzas son una nadería si las comparamos con la brutal maquinaria socialista que controla en Castilla-La Mancha la Junta de Comunidades, las cinco diputaciones, la casi totalidad de los ayuntamientos de las grandes ciudades y un porcentaje alto del resto de municipios de la región. Es un poderío que ni siquiera Bono llegó a alcanzar y que sitúa al PSOE de Page en una condiciones inmejorables para hacer política y prepararse para ganar con holgura las elecciones autonómicas del 23. Por si fuera poco, el PP cuenta con una desventaja añadida y es la división del centro derecha. No le van a hacer ningún favor los cuatro diputados de Ciudadanos, alguno de los cuales está visiblemente escorado hacia el PSOE, y va a sentir sobre la nuca la presión cada vez más intensa de la derecha extrema de VOX.

Pero el temporal adverso no parece arredrar el líder de los "populares" castellano-manchegos, que acometerá en cuanto pueda la renovación del partido en las provincias para adaptarlo a los nuevos tiempos y a la nueva dirección regional. Esa es otra batalla compleja a la que se tendrá que exponer para evitar que le corten la hierba bajo los pies.

Pero si algo ha demostrado Paco Núñez es que no tiene complejos, es osado y no se arruga ante las dificultades. Ahora va a tener la oportunidad de demostrarlo con la prueba del agua. Y ya ha dado un adelanto de lo que puede ocurrir.

Como ha contado EL DIGITAL CLM, Núñez ha reivindicado este martes que en la Mesa regional del Aguaconvocada para el próximo 31 de enero estén "todos", también ribereños y regantes porque "tienen que entenderse". Algunos han interpretado la idea del líder "popular" de que "estén todos" como una posible excusa para no dar por buenos los acuerdos de la Mesa si falta alguno de los que Núñez cree que deben asistir. Sin embargo parece que es lo contrario: Es una manera de concitar la unidad ante el viejo debate del agua y el Trasvase Tajo-Segura que le daría la fuerza para abanderarse con la decisión de la Mesa y hacer frente incluso a la opinión del partido a nivel nacional. Pablo Casado ha sido claro en la defensa del Trasvase y espera que le respalde en ese sentido el presidente del PP castellano-manchego.

Sin embargo, según todos los indicios, Núñez podría ir adelante con una opinión propia y defenderla por encima de los intereses nacionales de su partido. Lo dejó ayer claro en su intervención al decir que asumirá las conclusiones de la Mesa -una iniciativa suya- y que lo hará incluso"anteponiendo los intereses de la comunidad autónoma a los del propio partido". Por ahí van los tiros. No es que el Trasvase, y el tema del agua en general, influya decisivamente sobre los votantes castellano-manchegos aunque cada vez vayan tomando más conciencia del asunto. Pero lo que se juega aquí Paco Núñez no es el agua de la región sino su imagen de independencia como líder político autonómico y defensor de los intereses de Castilla-La Mancha. Núñez es un leal militante y dirigente del Partido Popular, pero sabe que hay temas sensibles por encima de ello. Lo que en apariencia es un problema para él, y el PSOE tratará de que lo sea tome la decisión que tome, puede ser una oportunidad el día 31.