El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, echó un jarro de agua fría sobre las expectativas de algunas comunidades autónomas en el reparto del fondo de los 16.000 millones que se aprobarán en el Consejo de Ministros de esta semana.
Especialmente molesto se ha mostrado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que esperaba que prevaleciera el criterio de los recursos que han tenido que movilizar las regiones en función del grado en que les ha afectado la crisis sanitaria.
Pero se han tenido más en cuenta otros factores, entre ellos el poblacional, y eso ha hecho estallar tanto el presidente castellano-manchego como a su vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, contra la forma en la que se van a repartir los 16.000 millones de euros. De hecho, en la conferencia de presidentes autonómicos, Page le preguntó a Pedro Sánchez por el cambio de criterio y le expresó su malestar: “Es raro cómo cambian los comentarios, las intervenciones y las informaciones en función de lo que dice el Ministerio de Hacienda. No me parece que el cambio de criterio sea justo, no lo puedo compartir, coincido en parte con Cantabria, Generalitat… en la parte que tiene que ver con el Covid”.
Page mantuvo que es un fondo extraordinario que “tiene que ver con el grado objetivo de la afectación de la enfermedad, no con otros criterios”. Y en ese sentido admitió que Castilla-La Mancha ha sido una de las regiones porcentualmente más afectadas “y hemos tenido que dejarnos la piel en gasto material y contrataciones”, enumerando también lo invertido en “titulares y medios de comunicación”. Con esto último se refería a las campañas de prevención y concienciación que la Junta ha llevado a cabo durante la crisis del coronavirus.
Tal como venimos informando, el presidente castellano-manchego incidió especialmente en los 2.000 millones que se van a destinar a Educación. Tal como explicó posteriormente el vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, no están en absoluto de acuerdo que se plantee distribuir esos 2.000 millones en función de los menores que entre 0 y 16 años tengan cada comunidad. "Tampoco nos parece justo porque no tiene nada que ver el sistema educativo de unas regiones con el de otras y el Gobierno ha de tener cuenta esas realidades diferentes".
El Ejecutivo castellano-manchego discrepa de que el Gobierno de España con esos fondos para educación vaya a pagar la educación privada. "Si entre 0 y 16 en algunas comunidades los alumnos van a colegios privados y si computan en distribución, estamos dando dinero para financiar la educación privada y no nos parece que el Gobierno de España tenga que destinar dinero a la privada, sino para la pública", critican Page y su Gobierno.
Page tiene muy claros los intereses de Castilla-La Mancha y los está defendiendo a costa de exponer públicamente sus discrepancias con el Gobierno y la dirección del partido que lo sustenta, que es el suyo propio. En la conferencia de presidentes de este domingo ha vuelto a mostrarse que el Gobierno de Pedro Sánchez beneficia a unas regiones en perjuicio de otras y que las más débiles, como es el caso de Castilla-La Mancha, se encuentran entre las últimas. De ahí el profundo enfado de Page. Y con razón.