Después de casi quince años de peripecias técnicas, económicas y políticas ya hay fecha para el traslado del Hospital Virgen de la Salud al nuevo Hospital Universitario de Toledo. Se iniciará el próximo 16 de noviembre y concluirá, si todo marcha en orden, el 4 de junio de 2021. En esa fecha deberá estar funcionando casi a pleno rendimiento porque el cochambroso Virgen de la Salud habrá parado su actividad definitivamente.

Va a ser bajo el mandato presidencial de Emiliano García-Page cuando se inaugure el nuevo y moderno centro hospitalarioen la fecha que proceda, y será con el actual consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, con quien se ponga en marcha la que puede considerarse una de las obras públicas más grandes y costosas en la historia de Castilla-La Mancha, un hospital que el expresidente Barreda y el exconsejero Lamata querían que fuera el mejor de Europa. De lo que no cabe duda es que se trata de una obra más que necesaria puesto que, como muy bien dice el consejero, Toledo se merece un hospital de estas características. Nadie entiende, empezando por él mismo y por el presidente Page, cómo la capital castellano-manchega ha podido soportar durante tanto tiempo un centro sanitario con unas carencias y unas instalaciones tan deplorables.

Ahora "lo importante es que hagamos un traslado ejemplar", ha asegurado el consejero en el acto de presentación del plan de cambio, recordando que el objetivo es que ninguno de los servicios que se muden tenga que regresar al Virgen de la Salud, hospital al que ha calificado "casi como indigno".De hecho, a estas alturas, todavía carecía de servicios tan necesarios como Radioterapia y Medicina Nuclear, cuya puesta en marcha en las nuevas instalaciones está prevista para el verano del próximo año.

Todo indica que ahora sí se van a cumplir los plazos del plan de traslado, aunque podrían sufrir alguna alteración si se colapsa de nuevo el sistema sanitario por la pandemia de coronavirus y se llega a una situación como la que se sufrió la primavera pasada, cosa que a juicio de las autoridades sanitarias regionales es bastante improbable.

Una vez concluya el traslado y haya pasado un tiempo prudencial se procederá a llevar al nuevo centro el Hospital del Valle y el Provincial, que ocupan en la actualidad sendos edificios que encarecen y dificultan el servicio sanitario del área integrada de Toledo. El nuevo centro está preparado para absorber a ambos hospitales y es lógico que se haga de esta forma para centralizar el sistema en unas únicas instalaciones, por lo que ya solo quedaría fuera de las mismas el Hospital Nacional de Parapléjicos.

Por el momento se desconoce el destino del edificio del Virgen de la Salud en pleno barrio de Palomarejos y cuya propiedad, al dejar de prestar servicios hospitalarios, revertirá a la Tesorería de la Seguridad Social, es decir, al Estado. El edificio no tiene ninguna utilidad por su antigüedad y por el deterioro que sufre y tendría que ser derribado, por lo que solo tiene valor el solar sobre el que se asientan sus pilares. Teniendo en cuenta lo ocurrido con el antiguo hospital de Ciudad Real, cuyo complejo proceso de negociación para darle nuevo destino no ha concluido todavía después de muchos años de conversaciones, cabe estimar que el inmueble del Virgen de la Salud tardará tiempo en resolver su futuro. El barrio también va a sufrir las consecuencias del abandono de este hospital, pero todas las administraciones implicadas están comprometidas en la tarea de buscar alternativas.

Otra cuestión importante relacionada con el nuevo hospital y aún no resuelta es la de la mejora y ampliación de las vías de acceso. El centro va a contar con un espacio muy amplio de aparcamiento, lo cual permitirá que el personal y pacientes acudan con sus propios vehículos. Tanto el ayuntamiento como el gobierno regional y nacional están buscando fórmulas para ampliar las vías de llegada al hospital para que no se colapsen el puente de la A-42 o la N-400, pero cualquiera de las soluciones llegará después de que se ponga en marcha el centro. Será importante que tanto los trabajadores del hospital como los usuarios se acostumbren en la medida de lo posible a ir en transporte público, lo cual descongestionaría los accesos y contribuiría a mantener el medio ambiente, sobre todo tratándose de un centro sanitario.

En todo caso lo importante ahora es la noticia de la apertura del nuevo Hospital Universitario. Una magnífica noticia para Toledo y los toledanos.