Por primera vez el Día de Castilla-La Mancha abrió los informativos nacionales
Por primera vez en la historia de Castilla-La Mancha el acto institucional del Día de la Región ha abierto los informativos de las televisiones nacionales y de las emisoras de radio y ha sido portada inmediata en los principales periódicos digitales.
No por los premiados, que han superado la portentosa cifra de sesenta, ni por la presencia de José Luis Perales o Pedro Piqueras, ni por las palabras del presidente de las Cortes regionales o del alcalde de Guadalajara, que han estado a la altura pero que no han dicho nada que pudiera ser considerado noticia nacional. Ha sido exactamente por el anuncio del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, de que en julio va a relajar el uso de las mascarillas y no serán obligatorias en lugares al aire libre. Ha sido todo un bombazo con el que se ha adelantado a la Comunidad de Madrid, que lo estaba estudiando, y al resto de gobiernos autónomos. Incluso ha pillado de sorpresa al Gobierno nacional.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha tenido que reconocer que están trabajando en reducir el uso obligatorio de las mascarillas en determinados espacios al aire libre, pero advirtiendo que si la evolución de la transmisión del coronavirus es homogénea en Españaes "comprensible" que esta medida se lleve a cabo a nivel nacional y no por comunidades autónomas. En ese sentido ha enmendado la plana a Page por querer hacerlo por propia iniciativa, pero no le quita importancia al hecho de que el mandatario castellano-manchego ha sido el más rápido en desenfundar las mascarillas, de las que los ciudadanos están deseando prescindir y de cumplir la absurda norma que les obliga a usarlas en espacios abiertos incluso cuando no tienen a nadie alrededor.
Ha sido sin duda la noticia del lunes y Page la ha usado de tal forma que el acto institucional del Dia de la Región se ha convertido en el más mediático de toda la historia de Castilla-La Mancha.
Como decimos, se ha adelantado a Madrid, con cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, parece haber entrado en una nueva etapa de relaciones, algo deterioradas por las polémicas surgidas entre ambas comunidades en plena pandemia. Ha sido el propio Page el que ha contado durante su intervención en el Teatro Bueno Vallejo de Guadalajara que anoche iba a iluminarse la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol con lo colores de la bandera de Castilla-La Mancha en homenaje a esta región en su fiesta anual. Todo un detalle que el gobierno de Ayuso le había comunicado a Page horas antes.
La anécdota de la intervención de Page ha sido el lapsus que ha sufrido al hablar de la reciente visita que le ha hecho al Papa en el Vaticano, confundiendo el nombre de Francisco con el de Juan Pablo II. Debió ser la emoción de la visita, que todavía le dura.
Y como declaración de principios en el discurso de Page destacamos su idea de no crear un himno específico de Castilla-La Mancha, que no tiene. Ni lo tendrá mientras él sea presidente. El argumento es sencillo y en línea con la férrea defensa que hizo a lo largo del discurso de la unidad nacional frente a los nacionalismos y separatismos. Page considera que Castilla-La Mancha ya tiene himno, el de España. Y con ese himno a todo volumen y la emoción de los presentes en pie se cerró el acto del que hablaron todos los telediarios unos minutos más tarde.