Quizá sea pronto aún para concretar si el cambio de rector en la Universidad de Castilla-La Mancha -Garde por Collado (elecciones diciembre 2020)- ha sido beneficioso o no para esta imprescindible institución regional. Lo que sí puede afirmarse sin ningún género de duda es que ha sido beneficioso para las relaciones de la universidad con el Gobierno autonómico, de cuyos presupuestos generales depende la UCLM.
Ya se sabía que sería así, y por eso el ejecutivo de Page y el PSOE apostaron desde el primer momento por Julián Garde, sobre todo después de los conflictos generados por el combativo Miguel Ángel Collado cada vez que se negociaba la financiación anual de la universidad castellano-manchega. Collado fue igual de reivindicativo y peleón con los gobiernos de Page como con el de Cospedal, por lo que no parece que le movieran intereses ideológicos sino el deseo de lograr la mejor financiación posible para el desarrollo de la institución que presidía.
En el caso de Garde creemos igualmente que su forma de gestionar la UCLM no está inspirada en razones políticas o ideológicas. Pese a que en su momento fue una de las personas de confianza de Collado dentro del equipo rector, ha quedado muy claro que tienen caracteres muy distintos, lo cual se aprecia muy nítidamente en la forma de gobierno de cada uno. Por eso precisamente emprendieron caminos distintos para dirigir la universidad.
Uno de los resultados del cambio ha sido la buena sintonía del nuevo equipo con el Gobierno regional, por lo que los antiguos conflictos entre ambas instituciones han desaparecido y se ha establecido un ambiente de paz y entendimiento que evita, entre otras cosas, que incluso los roces más pequeños salgan a la luz. De esta forma, la negociación de los últimos presupuestos de la universidad ha sido una balsa de aceite y una mejora de las condiciones a favor del colectivo universitario. O al menos eso es lo que parece.
Es este nuevo ambiente el que ha propiciado también que el presidente regional, Emiliano García-Page, haya decidido, de acuerdo con el rector, blindar la financiación de la UCLM para los próximos años, con un pacto que alcanza los mil millones de euros y que se concretará con la firma de un contrato-programa el próximo 1 de junio.
No solo pretenden dotar de mayor presupuesto a la UCLM, sino garantizar igualmente que el pacto se va a mantener al margen del color político que detente en el futuro el gobierno de Castilla-La Mancha.
Page asegura que con este texto se va a garantizar el"futuro de expansión" de la institución académica y que el nuevo marco presupuestario servirá para alumbrar varias titulaciones nuevas "que se irán incorporando en próximos meses en todas las facultades de la Comunidad Autónoma". Los nuevos tiempos.