El presagio del histórico extremeño Ibarra sobre el futuro político de García-Page tras el 23-J
Juan Carlos Rodríguez Ibarra, histórico barón del PSOE y presidente de Extremadura durante casi 30 años, volvía de Madrid por la autovía A-5 en un día sin concretar de la pasada semana y paró ya tarde, sobre las 23 horas, a tomar un refrigerio en un conocido restaurante situado en el kilómetro 154, término municipal de Herreruela, en la provincia de Toledo.
Aún quedaban kilómetros para llegar a tierras extremeñas y Rodríguez Ibarra quiso descansar en este punto, cercano a Talavera de la Reina. Algunos parroquianos le identificaron, entre ellos el propietario del local, que entabló amigable conversación con él al reconocerle. Efectivamente, Ibarra confirmó que era Ibarra, presidente extremeño durante tanto tiempo, y luego, sin saber muy bien el punto exacto en el que se encontraba, el político preguntó al hombre que le atendía algo parecido a esto:
- ¿Todavía estamos en Castilla-La Mancha?
- Sí, en la provincia de Toledo -fue la respuesta que obtuvo.
Tal vez hubo algún detalle más en la conversación, pero fue el momento en el que Rodríguez Ibarra soltó, no literalmente pero sí muy aproximado, unas palabras muy significativas sobre el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que acababa de conseguir una nueva mayoría absoluta en las autonómicas del 28 de mayo en medio de la debacle general del PSOE en casi toda España. Un ganador entre derrotados. Algo así dijo Ibarra en torno a Page:
- Estad preparados en Castilla-La Mancha, que a partir del 24 de julio nos lo llevamos para Madrid.
Hasta aquí la anécdota. El episodio tuvo lugar, según algunas fuentes consultadas por nuestro periódico, después de una reunión en Madrid del propio Rodríguez Ibarra con otros antiguos barones y altos cargos socialistas como José Bono, José Rodríguez de la Borbolla, Francisco Fernández Marugán y José Luis Corcuera, entre otros. Tal vez también asistiera Felipe González. Si hablaron de las elecciones generales del 23 de julio y la posibilidad de impulsar un nuevo liderazgo en el PSOE en caso de hundimiento de Pedro Sánchez, es algo conocido sólo por los asistentes, pero ahí queda el comentario del extremeño y que cada no piense lo que quiera.