Son días de negociaciones intensas, y discretas hasta ahora, en las que Alberto Núñez Feijóo -con remotísimas posibilidades tras la nueva negativa del PNV- y Pedro Sánchez -apoyándose en sus socios parlamentarios y buscando la complicidad de Junts- tratan de conseguir los apoyos para su investidura como presidentes del Gobierno de España. Pero antes de eso, los partidos hablan los unos con los otros para acordar la composición de la Mesa del Congreso, órgano de dirección de la Cámara Baja cuyos nueve miembros serán elegidos el próximo jueves 17 de agosto, día de constitución de las Cortes Generales.
Para esta primera y trascendental votación parlamentaria, el PP tiene en mente a dos de sus diputadas para ser presentadas como candidatas a la presidencia de la Mesa. Una es la veterana Ana Pastor, que ya dirigió el Congreso durante la etapa de Mariano Rajoy en el Gobierno, y otra es la castellano-manchega Carmen Navarro.
Navarro, diputada electa por Albacete, es una mujer de la máxima confianza del líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, que a su llegada a Génova ya convirtió a la albaceteña en vicesecretaria nacional de Estudios del Partido Popular.
Esta letrada nacida en 1978 es diputada desde 2016, por lo que conoce a la perfección el funcionamiento del Congreso, más si cabe tras su elección como secretaria cuarta de la Mesa en febrero de 2023, puesto al que llegó sustituyendo al dimisionario Adolfo Suárez Illana.
Está por ver todavía si el PP se decanta por Pastor, por Navarro o por otro parlamentario para proponerle como presidente de la Mesa del Congreso. Y más dificultoso es si cabe los 'populares' se hagan con la presidencia de la Cámara Baja sabiendo las alianzas tan bien trabajadas del PSOE de Pedro Sánchez con el independentismo vasco y catalán. Pero las negociaciones continúan y, en todo caso, parece que la parlamentaria albaceteña podría tener un hueco en el órgano de dirección de la Cámara Baja.