El último informe del Eurostat deja de nuevo en evidencia a Castilla-La Mancha. Existe una Europa rica y otra Europa pobre, y en esta segunda es en la que ocupa plaza destacada Castilla-La Mancha como una de las regiones con menor desarrollo económico de la Unión. Frente a las comunidades españolas más ricas, como Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña, existe otro grupo de regiones con bajos niveles de desarrollo como Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Andalucía y Murcia. Nuestra comunidad sigue lamentablemente en el furgón de cola de la Unión Europea, exactamente igual que a lo largo de las últimas décadas.
 
Según los datos del Eurostat, Castilla-La Mancha se sitúa, con 18.000 euros de PIB per cápita, en el 70 por ciento de la riqueza media de la UE, frente a la Comunidad de Madrid, que lidera el ranking en España, con un PIB de 31.700 euros y un 123 por ciento de la riqueza media europea. La distancia entre ambas regiones es realmente importante, con 53 puntos de diferencia en este valor de referencia del desarrollo económico. El ranking lo cierra Andalucía, que es la última comunidad en riqueza de España, con un PIB de 17.100 euros y un 66 por ciento de la media europea.
 
Estos datos no pueden ser menospreciados por las Administraciones públicas y mucho menos por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que tiene mucha tarea pendiente para equilibrar esta situación y situar a nuestra comunidad en otros niveles de desarrollo diferentes a los actuales.