Editorial

García Molina contra Llorente, crece la indisimulable división en Podemos Castilla-La Mancha

21 abril, 2017 12:29

A estas alturas parece muy evidente que el liderazgo de José García Molina está siendo ampliamente cuestionado como secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha. Las primarias que el partido de Pablo Iglesias celebrará a mediados de mayo en la región están dejando al descubierto algunas tensiones internas muy significativas y una clarísima división al menos en dos bloques, el que podríamos llamar "oficialista" que representa el diputado García Molina y el "alternativo" que lidera el anticapitalista y también diputado David Llorente y que podría aglutinar a otras corrientes internas nada afines al secretario regional. La estrecha vinculación de García Molina con Pablo Iglesias y su férreo control del aparato del partido en Castilla-La Mancha reducen mucho las posibilidades de Llorente de tener éxito en las primarias, pero eso no impide que el malestar interno se extienda en el partido y que el protagonismo del secretario general en la región esté fuertemente cuestionado.
 
Este es el contexto interno en el que Podemos ha bloqueado la aprobación de los Presupuestos de Castilla-La Mancha y ha dado un nuevo golpe al Gobierno socialista de Emiliano García-Page, dejando notables daños en la vida política y la economía regional como consecuencia de un parón insostenible en las cuentas públicas de la Junta de Comunidades. Con sólo dos diputados en las Cortes regionales, enfrentados entre ellos y profundamente divididos, Podemos está condicionando de forma muy activa e intensa la política castellano-manchega y la propia acción del Gobierno regional, y en esta situación lamentablemente está influyendo de forma directa no sólo el proceso de primarias sino también la falta de cohesión interna que vive este partido, muy marcado ahora mismo por la voluntad casi unipersonal de García Molina, en conexión directa con sus jefes de Madrid.
 
Este mismo jueves el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha volvió a escenificar ante los medios de comunicación sus discrepancias con su compañero David Llorente, del que cuestionó su forma de actuar a partir del "no" a los Presupuestos de la Junta y al que dejó directamente por mentiroso en relación a la forma en que se produjo esta decisión y en los órganos internos en que fue aprobada. Rápidamente Llorente entró al trapo y destacó la arrogancia de su colega. García Molina, sabedor del apoyo que le presta Pablo Iglesias, carga contra su rival interno en Podemos y abre una nueva brecha en la ya indisimulable división interna que atraviesa este partido en la región. Y los platos rotos de momento los pagan Castilla-La Mancha y el Gobierno de Page.