Natalia Menéndez dimite en Almagro después de una brillante trayectoria
Nada más finalizar la cuadragésima edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, y hacerlo además con un nuevo y espectacular éxito, la directora, Natalia Menéndez, ha anunciado oficialmente su abandono del cargo y su intención de afrontar nuevos retos personales y profesionales. Ocho años después de asumir la dirección del Festival y tras siete ediciones de lujo, a la altura de la categoría y nivel de un evento cultural tan grande como este, Natalia Menéndez cumple con lo anunciado y deja Almagro con el listón muy alto y muchos sueños por delante. Su trabajo como directora del Festival ha sido riguroso y profesional, callado y discreto, y siempre con la cultura, el teatro y el público como grandes objetivos.
La edición 2017 de este gran Festival con 40 años de historia ha dejado un balance espectacular y lleno de futuro para Almagro y para el teatro: más de 70.000 espectadores, un porcentaje de entradas vendidas por encima del 96 por ciento y una ocupación del 98,2 por ciento, con una recaudación en taquilla cercana a los 590.000 euros y un amplio eco en los medios nacionales e internacionales. Compañías y montajes de primer nivel y un impresionante elenco de directores y actores han vuelto a demostrar este año que el Festival de Almagro es una cita ineludible del verano cultural dentro y fuera de España. No estaría nada mal, por poner alguna nota mejorable al Festival, que se tomaran las decisiones oportunas para evitar la evidente incomodidad que viven los espectadores en muchas ocasiones y que sería de fácil solución con una sencilla reducción de los aforos. Almagro tiene, en todo caso, un sitio por derecho propio en la cultura española y el teatro.
En esta gran trayectoria el papel jugado por Natalia Menéndez en estas siete últimas ediciones ha sido fundamental. Una clave rotunda de reafirmación del éxito y un salto hacia adelante que ahora culmina con el abandono anunciado y voluntario de una excelente profesional que, en lugar de apoltronarse en el cargo, vela por el futuro del Festival, lo deja en un punto brillante y se lanza a nuevos horizontes. Muchas gracias por este buen trabajo y tan sólida dirección y mucha suerte en cualquier proyecto de futuro que Natalia Menéndez ponga en marcha a partir de ahora.