Venezuela y el dictador
"@liliantintori #URGENTE se acaban de llevar a Leopoldo de la casa. No sabemos donde está ni a dónde lo llevan. Maduro es responsable si algo le pasa". De este modo la mujer de Leopoldo López, Lilian Tintori, denunciaba, a primera hora de la mañana del martes, que varias personas entraron en su casa de madrugada y se llevaron al dirigente opositor venezolano.
Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) entraron a las 00.27 de la noche (hora local) en casa de López y le sacaron de su habitación para llevárselo detenido sin dar ninguna explicación a su familia. Posteriormente se supo que habría sido llevado a la prisión de Ramo Verde, la cárcel donde estuvo preso tres años y medio y de la que salió el pasado 8 de julio por orden del Tribunal Supremo de Justicia "por motivos de salud". Todos los medios de comunicación se temieron lo peor cuando, horas antes de la detención, el chavismo había asegurado que el líder de VP había faltado a su palabra de "llamar a la paz", algo a lo que supuestamente se había comprometido ante una Comisión de la Verdad que gestionó su salida de la celda y que de seguro, como todo lo un procede del entorno del dictador, será falso.
Coincidiendo en el tiempo también fue detenido el alcalde Antonio Ledezma. Varios representantes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) difundieron en Twitter un vídeo que muestra cómo Ledezma fue sacado en pijama de su residencia, donde estaba bajo arresto domiciliario desde 2015, por funcionarios del Sebin que se lo llevaron en una camioneta.
Horas antes, el líder de ABP había rechazado el reto planteado por el presidente Maduro a la oposición para que se presentase a las elecciones regionales, previstas para finales de años tras dos aplazamientos. "Yo no me imagino a nadie que sea leal a la lucha que ha dado el pueblo inscribiéndose, haciendo una fila india para inscribirse en ese Consejo Nacional Electoral (CNE); bastante que le aguantamos a este CNE, que protagonizó este domingo una de las estafas más burdas", dijo el alcalde en un vídeo difundido en redes sociales.
Estas dos detenciones de líderes de la oposición son, sin duda, una medida más de amedrentamiento de Nicolás Maduro, que está llenando de sangre caos y miedo las calles de Venezuela y fulminando la poca democracia que todavía podía tener ese país. El régimen, como suele ocurrir con todas las dictaduras, esta endureciéndose a medida que se siente débil y acorralado. Por eso está consumado un autogolpe de Estado, con la votación para la Asamblea Nacional Constituyente, que pretende liquidar el Parlamento que, desde las elecciones de 2015 cuenta con mayoría opositora, el último reducto de contrapoder que ha quedado en ese país. "No satisfecho con haber acabado con la separación real de poderes, Maduro quiere que se redacte una nueva Constitución para arrogarse de atribuciones casi omnímodas y perpetuarse en el poder. Y tan lejos ha ido en su pretensión totalitaria que, por primera vez desde el triunfo de la llamada revolución bolivariana hace casi dos décadas, prácticamente toda la comunidad internacional le ha dado la espalda. La mayoría de los países latinoamericanos, España o EEUU, al igual que instituciones como el Parlamento Europeo, se apresuraron a advertir que no reconocerán el resultado de la votación, lo que puede anticipar la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales, lo que supondría un serio golpe a la ya maltrecha economía venezolana”, se podía leer ayer en el editorial de El Mundo, que comparto.
Nicolás Maduro es, como la mayoría de los dictadores, mediocre, lenguaraz y faltón, pretende suplir con insultos a sus adversarios su falta de argumentos y de formación tanto académica como política. Es un acomplejado a quien su mentor utilizó siempre como un faldero, un estómago agradecido al que no perdía ocasión de humillar en público cuantas veces hacía falta. Alguna vez he recordado la displicencia con la que Hugo Chávez solía tratar a Nicolás Maduro, que fue conductor de autobuses, sindicalista y guardaespaldas del propio Comandante: "Miren allí a Maduro, guapo con su traje, que ya no conducirá nunca más un autobús", dijo en 2006, cuando el todavía presidente era ministro de Asuntos Exteriores. ¿Por qué le eligió como sucesor se preguntaron muchos? Pues porque era su perrito fiel, un hombre que no tenía la más mínima iniciativa propia, pero que era capaz de asumir y defender a muerte cualquier capricho del líder. ¿Cómo olvidar aquellas alocución nada más fallecer el hombre que le hizo un hombre para la política donde dijo que se le aparecía en forma de pajarillo trino, trino?
Pero Maduro ya no defiende lo que le decía el pajarillo trino trino, ni ningún legado ideológico o político, se amarra al poder y mata a su pueblo para defender sus negocios y los de su familia. Uno de los episodios más escandalosos se destapó hace unos meses cuando en una operación de la DEA en Haití dos jóvenes venezolanos fueron detenidos y trasladados a Nueva York. Efraín Campo Flores (29 años) y Franqui Flores (30) , sobrinos de la esposa de Maduro fueron acusados de asociación delictiva para introducir 800 kilos de cocaína desde Honduras a Estados Unidos y no es el único episodio del clan . Que se pueda tirar del hilo de los negocios familiares, descubrir los paraísos fiscales donde tienen cuentas opacas todos ellos mientras los venezolanos pasan hambre no es ajeno, en absoluto, a este enrocamiento del régimen. Saben que van a caer y en su huída hacia adelante harán todo el daño que puedan. ¡Basta ya!