Editorial

Lo mejor que ha hecho hasta ahora el gobierno Page-Podemos ha sido recificar

16 agosto, 2017 00:00

Apenas ha echado a andar el novedoso gobierno de Castilla-La Mancha, en el que por primera vez en España entra Podemos en un ejecutivo regional, y ya lleva sobre sus espaldas decenas de titulares que reflejan la controversia de su constitución y el escándalo generado por su primera decisión, la de enmendar la ley de la función pública para privilegiar el paso de determinados funcionarios por la vida política. La actualidad mediática ha estado concentrada estos días en Castilla-La Mancha de manera notable y, aunque no a un nivel tan intenso, seguirá así los próximos meses mientras en Madrid se perfila la alianza de PSOE y Podemos con vistas a las posibles acciones conjuntas contra Rajoy anunciadas en Toledo por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique. Lo que se haga en Castilla-La Mancha se mirará con lupa en el exterior, aunque conociendo el modo de desenvolverse de Page en la acción de gobierno se puede augurar que tratará de “enfriar” el pacto para que en la medida de lo posible deje de ser noticia.

Otra cosa es lo que haga su socio de Podemos, José García Molina, que ha sabido rentabilizar mejor que nadie su paso por las Cortes con tan solo dos diputados, que además se llevan mal entre ellos. Sin embargo, si alguien ha salido tocado del “Nespage”, al menos en apariencia, ha sido García Molina porque era el principal beneficiado de la medida que pretendían implantar y porque desde la izquierda sindical y desde los sectores críticos de su propio partido han cargado las tintas contra él. No puede decirse que el gobierno Page-Podemos haya tenido un buen estreno después del escándalo montado con la polémica enmienda y tras promover un proceso de trámite de los nuevos presupuestos que ha convertido las Cortes regionales en un circo en el que el PP se ha visto obligado a debatir el proyecto de ley consigo mismo por ausencia del resto de grupos parlamentarios y, lo que es peor, del propio consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que entre risas y bromas abandonó la Comisión de Hacienda sin que el presidente hubiera levantado la sesión. Que algo grave está pasando en el parlamento autonómico lo demuestra el hecho de que por primera vez en 35 años de historia de la región se están produciendo hechos sin precedentes sobre los que convendría reflexionar seriamente para que no se cometan más errores de los necesarios.

El gobierno Page-Podemos ha echado a andar y antes siquiera de que se hayan reunido en Consejo (Page reserva la foto seguramente para después de que se aprueben los presupuestos) ya se han visto obligados a rectificar una de sus primeras y principales medidas. Y apena decir que es lo mejor que han hecho hasta el momento.