Es verdad que el presidente, los vicepresidentes y los consejeros del Gobierno de Castilla-La Mancha tienen muchas e importantes responsabilidades que cumplir, pero nos preguntamos si este jueves en el Pleno de los Presupuestos de la Junta, que es el debate más importante del año en la región, era el momento más oportuno para marcharse de la sesión y ofrecer la desoladora imagen del banco azul casi desierto durante gran parte de la jornada. Si bien es cierto que la presencia del Ejecutivo no es estrictamente obligatoria, sí parece necesario que los miembros del Gobierno, por el fondo y por la forma, asistan a la sesión y realicen las aportaciones que sean oportunas, además de escuchar las opiniones de los grupos políticos.

La ausencia del Gobierno regional, total o parcial, parece una falta notable de interés sobre el devenir parlamentario de las cuentas públicas de la comunidad, que son el instrumento más importante que tiene la Junta de Comunidades para llevar a cabo toda la acción del Gobierno. El Parlamento autonómico se devalúa de esta manera y se da la sensación de que las sesiones de las Cortes son un mero trámite al que se llevan decisiones que ya están tomadas y cerradas en otros despachos políticos y oficiales. Los diputados regionales se quedan huérfanos y ante un debate que finalmente será estéril.

El PP reprochó repetidamente esta actitud del Ejecutivo durante la sesión y creemos que, en este sentido, este grupo político lleva razón.