El PP se organiza para evitar que Page vuelva a gobernar en Castilla-La Mancha
Los últimos acontecimientos políticos en Castilla-La Mancha, con la entrada de Podemos en el Gobierno socialista de Emiliano García-Page y las polémicas internas y externas que está provocando el vicepresidente segundo y líder podemita en la región, José García Molina, han generado un nuevo tiempo en la vida pública de la comunidad de imprevisibles consecuencias. Falta poco más de un año y medio para el final de esta legislatura y nadie cree realmente que sea posible dar estabilidad política e institucional a la Junta de Comunidades y que, antes o después, tanto el Gobierno regional como las Cortes autonómicas se verán sometidos a algunos vaivenes que afectarán a la región, más aún después del bochorno catalán del domingo y el apoyo de García Molina a Oriol Junqueras al que visitó el otro día en Barcelona.
En este clima de tensión y polémicas, el Partido Popular de Castilla-La Mancha, presidido por María Dolores de Cospedal y dirigido con firmeza por el secretario general, Vicente Tirado, ha dado un paso adelante para ofrecerse a los ciudadanos como alternativa al bipartito del PSOE y Podemos que ostenta hoy en día el poder en la comunidad. Los populares castellano-manchegos, muy críticos con el tándem Page-Molina, están convencidos de que la situación va a empeorar sensiblemente para la gente de la región y que sólo el PP es la garantía de un Gobierno sólido, estable y de gestión para Castilla-La Mancha.
No cabe duda de que el año y medio que le queda a esta legislatura va a ser conflictivo y tenso para Castilla-La Mancha, una situación que se agravará en toda España después de lo ocurrido en domingo en Cataluña y que no favorecerá a la sociedad castellano-manchega. Una sociedad que llegará a mayo de 2019 en un escenario de incertidumbre que sólo podrá resolverse con las urnas.