García-Page mira con decisión a mayo de 2019
El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE, Emiliano García-Page, se siente fuerte. Política e institucionalmente fortalecido y estable. Después de un tiempo confuso y revuelto, García-Page ha conseguido tomar el rumbo de la nave y ha consolidado su posición política en Castilla-La Mancha, tanto en el nivel de la Junta de Comunidades como en el ámbito de su partido político. Aunque la oposición no quiera verlo, el líder de los socialistas castellano-manchegos afronta un final de legislatura con solidez y fortaleza política y eso va a ser un importante valor de su mandato a la hora de rendir cuentas en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019.
No hablamos de la calidad de su gestión como presidente de Castilla-La Mancha, sobre la que pesan luces y sombras y habrá opiniones muy dispares, sino sobre su estabilidad como líder político regional. Está claro que resueltos al menos momentáneamente los conflictos internos con Podemos y aprobados los Presupuestos regionales, y consolidado además su liderazgo como secretario general del PSOE castellano-manchego, García-Page se ha colocado en una situación política favorable para afrontar el año y pocos meses que quedan hasta las elecciones. Se siente fuerte y lo está y tiene, además, un discurso definido y claro con el que va a afrontar este tiempo con el único objetivo de volver a gobernar en Castilla-La Mancha.
Que lo consiga o no es algo incierto que se verá en su momento, pero su disposición y su ánimo son evidentes. Su batalla va a ser intensa, decidida y firme.