El vídeo del Joven Arenas
Anda revuelto el peperío a cuenta del vídeo que apareció el viernes con la música del Cuéntame, en el que pueden verse al Joven Arenas comenzando su carrera política allá por finales de los setenta en la UCD; a la gran Celia Villalobos y su caldito de pollo y a Cristóbal Montoro, el mejor ministro de Hacienda que hemos tenido hasta el momento para el engorde de las arcas públicas. Ha habido mucho revuelo en la candidatura de la ex vicepresidenta del Gobierno, porque todos ellos apoyan a Soraya y dicen que la maniobra viene de las filas de Pablo Casado. El abulense ha dicho pío, pío, que yo no he sido y a mí, que me registren. Cómo se nota que la derecha española ha perdido el sentido del humor. Esa es la gran crisis de identidad que atraviesa desde los tiempos de Pemán.
El vídeo es blanco como las marcas del Mercadona, no hace más que constatar la realidad de que las tres grandes figuras del PP andaluz que apoyan a Soraya tienen todos más años juntos que Matusalén y la Biblia. La exvice se ha rodeado de aparato que manda y controla para que quien se mueva no salga en la foto, o sea, en las listas. Y le conmueve el espíritu que haya elementos incontrolados como torpedos en la línea de flotación. Casado se ha quitado de en medio, cuando en realidad debería haber reivindicado la autoría del vídeo, pues falta Moreno Bonilla que es el heredero de todos ellos y quien liquidará el PP en Andalucía. Ya pueden robar ERES y venir Mercasevillas, que el PP morirá de éxito y langostinos mientras el PSOE y Susana se agostan.
Reconozco que contemplo el proceso interno pepero con la misma curiosidad que el científico mira la bacteria. Un elemento extraño como las primarias, incrustado de lleno en un cuerpo ajeno no habituado a él. Me divierte cómo se cabrean unos y otros por un quítame allá esas pajas, cuando en el PSOE las bombas se adosaban a la barriga. Qué es una nación, Pedro. Lo que no sabía Patxi es que Pedro se tomaría su tiempo para contestar. Ahora lo hace.
Soraya se enfada y hace guiños por la trastada de Casado. Acostumbrada a controlar todo, no entiende que algo se le escape o que El País ya no le diga lo guapa que es. Conforme pasan los días, este congreso me recuerda cada vez más al que en el 2000 disputaron Zapatero y Bono. Coinciden incluso las fechas, pues fue en plena canícula cuando a Bono le visitaron los sicarios. Ahora se presume desenlace incierto por apretado, aunque creo que Casado dará la sorpresa si no lo hunden de aquí al sábado con el máster. Pablo es un conservador de tomo y lomo para ser tan joven, pero al menos supone un aire de renovación en una nómina de rostros que ya estaban cuando los nacionales entraron en Madrid. Soraya es la candidata ideal para mis amigos de izquierdas, aquellos que nunca la votarían. He hecho un estudio sociológico, pues tengo base para ello. Es lo bueno que tiene conocer a rojos y azules.
El vídeo del Joven Arenas no tiene desperdicio porque sale Campeón incluso cuando le limpiaban los zapatos. A mí me llegó por wassap y juro que no sé quién me lo envió. Las purgas serán draconianas si queda partido para ello. Si hubieran tenido mala hostia, Villalobos habría salido como la Herminia del Cuéntame.