¡Qué inmenso error!
Ricardo de la Cierva, historiador franquista o próximo al régimen, recibió así a Adolfo Suárez cuando fue nombrado presidente del Gobierno por el Rey Juan Carlos. Me viene a la cabeza este titular que se hizo famoso y entró en la Historia del Periodismo porque no encuentro otras palabras para calificar el batacazo de Ciudadanos en esta repetición electoral. No hay precedentes en España de que una formación política haya dilapidado en sólo seis meses un capital político como este. Quizás las urnas hayan sido injustas y los platos rotos sólo los ha pagado un partido. Pero es que era el partido que tenía que haber evitado la repetición y centrar a Sánchez. Ahora roza la irrelevancia.
Pedro ha empeorado resultados y ya sabe cuál es su techo. Se le ha complicado todavía mucho más, no le ha salido la jugada como esperaba. Se le ha ido un socio, que era el socio que hace seis meses los españoles le indicaron que tenía que buscar. Pero su soberbia y los odios africanos entre él y Rivera harán que eche de menos lo que pudo haber sido. Pedro se bloquea a sí mismo. Ahora no le queda más remedio que apelar a Casado o intentar otra vez la cuadratura del círculo de la moción de censura y el Frankestein. Nuestros líderes políticos, los más miopes, pequeños y tácticos de los últimos tiempos, tendrán la ocasión de redimirse en este trance. La gran coalición es la única salida posible, o al menos, algún pacto entre Psoe y PP, que podría pasar por una abstención del segundo. Casado tiene margen de subida, aunque ya mira a Vox de reojo.
Lo de Abascal se explica por Cataluña y el hartazgo de los ciudadanos con el narcisismo de los líderes políticos que han abocado a la repetición electoral. A Don Pelayo lo dejaron solo en el debate, aparcó el caballo a la puerta y dijo lo que muchos españoles querían escuchar. Pero Vox por sí solo no va a ninguna parte. Los extremos no conducen a a nada. Debe ser el centro quien lidera la solución. Si Cataluña en llamas y una crisis incipiente no es capaz de articular algún tipo de acuerdo entre Psoe y PP, entonces sí que será el turno de la ultraderecha. En estas o próximas elecciones, porque podemos seguir votando hasta el Juicio Final. El inmenso error de este mes de noviembre es la hoja seca de Ciudadanos rodando por un parque lacio y enmarañado.