El caso sospechoso de coronavirus en Ciudad Real ha dado negativo, mientras que el de la Gomera se ha confirmado este fin de semana.
Los virus vuelan y no encuentran fronteras, por lo que es muy difícil pararlos. El que está inyectado hace ya mucho tiempo en el campo español revienta estos días. Precios bajos, explotaciones sin márgenes de rentabilidad, altos costes de producción... Los agricultores y ganaderos han dicho que salen a la calle y no van a parar. Son muchos años de abandono y olvido, cobrando la PAC con la que resolvíamos todos los parches y aquí paz y después gloria. Ahora ya ni la PAC vale, máxime cuando hay que renegociarla, existen más actores y los europeos después de la crisis miran hasta el último euro que gastan. El campo está en llamas de impaciencia.
La policía se empleó con los agricultores extremeños el otro día mientras en Cataluña daban estampitas de la Virgen. Es la sensación que queda en un pueblo exhausto que ha visto al Pimpollo Rufián poner los cojones sobre la mesa. Esta generación de políticos treintañeros, adanes y narcisos a partes iguales, nos lleva a la ruina. El campo ya lo está y saca los tractores a la calle. “Quien no esté con nosotros, estará en guerra contra nosotros”, ha dicho Fresneda, el secretario regional de Asaja, que añadió otra cuestión interesante. El primer ecologista es el agricultor y el ganadero, no el de sofá que desovilla en un tresillo metido en redes sociales. A nadie más que a ellos les va la vida en el medio natural. Igual que el cazador, que cuida el entorno porque está en el campo. Ahora que se cumple el centenario de Delibes, que reediten el Diario de un cazador.
El Brexit de este fin de semana demuestra a las claras que la Historia es reversible, que puede haber marcha atrás, que lo que nunca pensamos que pase, pasa. El populismo ya ha hecho mucho daño y empieza a cobrarse sus primeras piezas, incluidas las grandes democracias liberales. La herida de la crisis ha sido enorme y seguiremos pagándola décadas. Y eso en el supuesto que no venga otra hondonada más grande. La crisis del modelo productivo que tenía el campo se ha trasladado ya al resto de sectores. Muere un modelo y no nace otro, el digital, para el que ninguno está preparado. Estamos a esta hora de la Humanidad, dando los primeros pasos de la rueda que se llama digitalización y que nos lleva a otro mundo no visto ni conocido hasta el momento. Los más fuertes, como siempre, los que primero se adapten. Darwin funciona pasados los siglos.
Sánchez ya tiene sus Casas Viejas con los agricultores extremeños, dicen por ahí las derechas con ganas de revancha. El líder de la UGT, un indepe de salón, asegura que son fachas, carcas y terranetientes. Lo mismo que si yo digo que el señorito Álvarez no ha dado un puto palo al agua en la vida viviendo de la subvención y el garito. Así no vamos a ninguna parte. España no se reconoce y va a un modelo inédito. Fracasado, si se construye sobre pies de barro y a garrotazos como Goya.