Las sanchinas
Pedro Sánchez ha inaugurado un nuevo género televisivo, que son las sanchinas, a medio caballo entre el western de después de comer y la dormidina antes de acostarse.
Como Casimiro, que se lava los dientes y se pone el pijama. En ambos casos, con el mismo resultado, la cabezada y el pestañeo. La nueva era de la comunicación no es la de los bulos, sino la de las sanchinas, que son como aquellas radios antiguas que no dejaban de funcionar mientras ibas del patio a la cocina y el locutor seguía largando. Es una compañía muy grande en estos tiempos de confinamiento, donde aprendemos a cocinar con las sanchinas de fondo. El presidente ya tiene un hueco en la Historia.
Lástima que no sea torero, porque también podría ser el nombre de un pase, que aspira al salto de la rana y termina por convertirse en una sucesión de mantazos. La estética del presidente está muy bien estudiada y también su retórica logorreica. Si fueran los sábados por la mañana, más me recordaría a los electroduendes y la bola de cristal, pero esa ya la tiene Fernando Simón, que parece más Bruja Avería. No se pone una corbata negra ni aunque se la regalen del Cortefiel, mientras sermonea la sanchina entre lástima y frasecilla. Un periodista italiano le pregunta cuándo volverán los vuelos a Italia. Coño, que llame a Iberia y ya le informarán.
Las sanchinas del sábado son como las galas de Bibi y Herrera o Laura Valenzuela y Joaquín Prat. Pedro las hace solo porque se basta a sí mismo. Podría ayudarle Pablo, pero está redactando el decreto. El nuevo género televisivo es total, maravilloso. Ha supuesto la antítesis de Twitter. Pedro Sánchez lo sintetiza todo en ciento veinte minutos. Su logorrea sólo es comparable a la de Tezanos haciendo preguntas al CIS. Eso es lo que falta, una encuesta de Tezanos después de las sanchinas. ¿Cree usted que Pedro Sánchez ha estado bien considerando que nadie mejor puede hablar tanto tiempo sin respirar? ¿Es usted partidario de una nueva ley de la verdad, antítesis de la mordaza, que atenace, controle y cercene los bulos que corren por la red a favor de la información cristalina, cabal, certera del gobierno, que todo lo puede, todo lo vence, todo lo gana? ¿Cree que debemos cargarnos la Encuesta de Población Activa? ¿Quemamos los registros civiles? Solo Tezanos puede superarlo.