Tú me dejaste de querer cuando te necesitaba... Es lo único que le ha faltado decir a Aguado de Ayuso, la musa libérrima de la nación, que ha cogido una moción de censura en Murcia y la ha pasado por los cañones de Sol y los leones de Cibeles. La madrileña; la IDA, según especial conjunción de sus iniciales que hace la izquierda para su frenesí; la musa de Tangana, que ha sacado el disco del momento con versiones y aportaciones de ultratumba, mezcladas con su peculiar talento en forma de turutas, trap y pijamas. Dice en sus entrevistas de promoción que le ha puesto “el madrileño”, porque él es de Madrid y solo en Madrid puede darse tal conjunción de mixtura y elementos. Solo faltaba Agustina de Aragón y ya la tiene. El último tema puede ser una jota trapeada con Ayuso en el kilómetro cero.
Ha terminado la semana pasada como quien acaba un escape room, sobrecogido y angustiado. Tampoco es para tanto... La filfa esta del poder siempre nos gustó a todos, pero disimulamos. Lo malo es que los de Murcia han quedado con el culo al aire y se sabe el precio. El lanzador de aceitunas no lo ha hecho tan mal finalmente. Esta Primera República en la que nos encontramos es muy divertida y tiene este tipo de cosas. Te acuestas Castelar y te levantas Pavía. Mientras haya movidas, más se escucha la radio y se venden periódicos. Otra moción de censura.
Ciudadanos desaparece como la llama que se extingue en el vaso, sin oxígeno alguno. Vinieron a comerse el mundo y fue la vida y se los merendó. Es una pena, pero la España que tenemos castiga a los amateur y premia a los profesionales. La política es la actividad que más códigos invertidos presenta. Las lealtades del Padrino son juego de niños al lado de esto. Y quien viene de la empresa no lo entiende, aunque también tenga lo suyo. Arrimadas pasa de Virgen de Murillo a calavera de Valdés, según Federico, el Cid de la derecha, que gana batallas con el látigo de su verbo. La única que salva ahora es Ayuso, mientras que Abascal y Casado parecen los infantes de Carrión.
Lo que ha hecho Isabel demuestra que tiene convicciones y lucha por ellas. No se amedranta con el marketing, la política y el guapo. Dice las cosas como las piensa, aunque levante a la izquierda en contra. Pasa de lo correcto y se centra en lo económico, el fuerte de la derecha. Como Tangana, deberá hacer mixtura y transversalidad. Ha salvado al PP de la irrelevancia y le ha dado vida, cuando estaba a punto de fenecer a las orillas de Vox. Ahora queda por delante una campaña muy maja. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, dice que no estamos para elecciones. Igual que Illa en Cataluña. El descrédito es máximo. Por eso mola Tangana. Para cantar esto, hay que estar fumao.