Mi querido amigo Jota Jota
Es tan grande la pena que siento y el dolor que me embarga que no estoy seguro de que pueda terminar esta pequeña carta homenaje dedicada a mi gran amigo Jota Jota. De hecho, me ha costado tres días decidirme si la escribía o no, pero tras haber recibido una vez más una lección de humanidad, naturalidad, entereza, fortaleza, honradez, sensibilidad y humildad por parte de Jota Jota hasta el último de sus días con nosotros a través de su propia carta de despedida, he decidido dar el paso y que, al menos, quede en mi recuerdo que cuando se me fue un amigo, un gran profesional y mejor persona, le dediqué unas líneas que pudieran reconfortar a sus seres más queridos: su mujer, Pilar, y su hijo, Rodrigo.
No he conocido ni he oído nunca una mala palabra sobre Jota Jota. No cabía esa posibilidad porque era la bondad personificada, muy buena gente. Con Jota Jota nadie de su profesión pudo competir porque jamás compitió. Siempre estuvo cerca de quien más lo necesitaba y predispuesto a ayudar a cualquier persona.
Jota, aunque no te veo, sigues estando entre nosotros; sigues aquí por el aura de las ondas, esas con las que te has hecho un gran profesional y mejor, si cabe, padre de familia. Insisto en que no te veo pero te siento, y te siento como el primer día en que nos conocimos.
Sabes que eres un ejemplo y una luz con la que guiarnos todos los días. Tu fe me ha ayudado a sentirte aún más cerca y compartir los valores que en tus 52 años nos has transmitido.
“Gracias por venir hoy y volver mañana, espero”
Gracias Jesús Javier por lo que nos has dado y enseñado. Gracias por tu humanidad y tu generosidad. Hasta siempre.
Vicente Tirado. Secretario general del PP de Castilla-La Mancha