Después de haber hecho el esfuerzo de leer las ciento treinta páginas de la primera novela que abre la Trilogía de la ocupación de Patrick Modiano no me han quedado fuerzas para seguir. Me rindo. Ya hice mis esfuerzos cuando era más joven para leer el Ulises de James Joyce y Bajo el volcán de Malcolm Lowry y me juré que nunca más lo haría. Pero la carne es débil y uno acaba seducido por cualquier suplemento literario y se siente como un gilipollas como cuando creía que era posible que cada semana Babelia anunciara la novela definitiva sobre la Guerra Civil.

A Patrick Modiano le dieron el Premio Nobel hace tres años, pero también se lo dieron a Echegaray y se lo darán cualquier día a Javier Marías. La única diferencia entre uno y otro es que al menos al primero se le entendía todo aunque el lector se durmiera a la décima página, mientras al otro, además de castellano, hay que saber criptografía para entender lo que quiere decir y no perderse en el intento. Claro, que en esto de la literatura hay “gente pa tó”, que diría el Guerra y el Ulises se sigue vendiendo cada verano entre los aspirantes a escritores como la revolución pendiente joseantoniana entre el votante de Podemos.

Bueno, pues si uno quiere meterse en un galimatías del tipo Ulises y Bajo el volcán, pasado por un Diablo Cojuelo judío que resulta que es antisemita, chuloputas y que se acuerda que tenía un padre o un abuelo que pasó por París cuando Adolfo Hitler la visitó veinticuatro horas, que se compre esta Trilogía de la ocupación y luego pasado el verano me la explique. Le quedaré muy agradecido.

Y es que uno no sabe si Patrick Modiano lo que pretende con esta Trilogía de la ocupación es que el lector llegue a la conclusión de que lo que ocurrió en Francia a partir de mayo de 1940 es algo tan difícil de explicar para los propios franceses, que es necesario embarullar la escritura hasta el punto de que cualquier lector sin vocación de seguidor de su paisano el Marqués de Sade, abandone en el intento, en las treinta primeras páginas, o de verdad no se quiere enterar de lo que allí pasó. Todo puede ser.

Ya digo que he hecho el esfuerzo de leer cien páginas de más, porque en las treinta primeras ya se veía venir lo que iban a dar de sí y que desgraciadamente acabaron dando. Había comprado con ilusión esta edición de Compactos Anagrama, que normalmente seleccionan con rigor las obras que merecen la pena de su fondo, pero se ve que uno no acierta ni por esas. Cuando le quiera gastar una broma pesada a algún mal amigo le hablaré bien de Modiano y de su trilogía de no se sabe qué. Sus defensores alegan que estas son sus tres primeras obras. Buenos principios.

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Patrick Modiano. Trilogía de la ocupación: El lugar de la estrella. La ronda nocturna. Los paseos de circunvalación. Ed. Anagrama. Compactos. 2017. 374 páginas. 10,90 €.