El irrenunciable compromiso de AFAMMER con la sociedad
Es un hecho innegable que en la transición realizada por el ser humano, desde la Antigüedad hasta el presente, y seguirá ocurriendo así en el futuro, el sector rural ha sido la pieza clave del desarrollo, y en ese progreso la mujeres hemos tenido un protagonismo indiscutible, que con razonable orgullo reivindicamos el 15 de octubre; porque para AFAMMER es de justicia que se reconozca lo incontestable: “sin el protagonismo de la mujer rural será imposible avanzar en los desafíos del segundo cuarto del Siglo XXI”.
Una vez admitida la realidad socioeconómica, en general, y lo referido a la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático, en particular, la sociedad debe ser consciente que todo ello será posible por la implicación activa de las mujeres rurales y sus familias, en sus respectivos territorios. Ya pasaron los tiempos de considerar a las mujeres rurales como “algo ornamental”; donde desde la política y la economía se ninguneaba una realidad; las mujeres rurales, a diferencia de quienes reivindican privilegios de clase, quieren que se les permita, sin ningún tipo de cortapisas, la posibilidad de influir en las decisiones políticas, económicas y organizativas de las zonas rurales, que en extensión ocupan la mayor parte del territorio nacional y, a pesar de la disminución del número de habitantes rurales, hay que satisfacer las necesidades, alimentarias y medioambientales, del resto de españoles. En AFAMMER hemos admitido el desafío, lo asumimos, lo planificaremos y lo haremos.
Para tal objetivo, es imprescindible que las zonas rurales dispongan de los mismos medios que las zonas urbanas más pobladas; en primer lugar, porque es de Justicia, y segundo término, porque para aportar a la sociedad, desde las zonas rurales, lo que la sociedad exige, es imperativo hacerlo con los medios indispensables, técnicos y legislativos, que ya existen.
A la hora de legislar nadie mejor que las mujeres rurales, como conocedoras de lo que es necesario en las zonas rurales, y ahí están nuestros informes que lo demuestran. La política, que gestiona lo cercano, debe dedicar más tiempo a hacer posible lo que es necesario, y menos a excusarse del por qué no se hizo, lo que era posible que fuese hecho. Desde AFAMMER seguiremos siendo la conciencia vital, de unas zonas rurales infravaloradas, pero con un enorme potencial, económico, social y cultural.
Finalmente, en esa correspondencia imprescindible, entre la sociedad y AFAMMER, las mujeres rurales afirmamos ¡Estamos dispuestas a conquistar el futuro!, y el día 15 de octubre, Día Mundial de la Mujer Rural, preguntamos ¿Quiénes están dispuestos a acompañarnos?
Carmen Quintanilla Barba. Presidenta Nacional de AFAMMER (Confederación Nacional de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural)