Guadalajara como constante vital de Camilo José Cela
Camilo José Cela mantuvo una estrecha relación con Guadalajara y La Alcarria durante buena parte de su vida y tuvo, junto al Henares, una de sus viviendas más significativas y menos conocidas. También en estas tierras, en el castillo de Torija, se encuentra el museo dedicado a su reconocida obra "Viaje a la Alcarria".
El interés y la vinculación del escritor con las artes plásticas venía de antes, y entre sus amigos, se encontraban numerosos y famosos pintores, grabadores, ceramistas, escultores, arquitectos y críticos de arte que dejaron huella en muchos de los números de Papeles de Son Armadans y en singulares publicaciones llevadas a cabo por Cela.
Mientras Camilo José Cela se encontraba inmerso en el proyecto de su famosa casa de Palma de Mallorca, publicó la Antología poética de los oficios de la construcción con dibujos del grabador Francesc Todó. Algunos de estos estupendos diseños se exhiben en la exposición que, hasta el 12 de octubre, se puede disfrutar en el Colegio de Arquitectos de Guadalajara: Cela y Algunos Amigos. Viviendas Singulares de una Generación, pero el grueso de la misma está dedicado realmente a los paisajes urbanos que inspiraron al autor de "La Colmena", a los paisajes rurales que inspiraron algunos de sus libros de viajes, a la arquitectura de las casas del propio Cela...
Algunos de los edificios o proyectos que se recogen en la exposición son casas en las que vivió el autor, como la de la calle de Alcalá desde la que inició "El Viaje a la Alcarria", la llamada 'casa de los dos rombos' –en acertadas palabras de Jesús Marchamalo- en la calle Ríos Rosas de Madrid, donde coincidieron Cela, González Ruano, el pintor Viola o la actriz Lola Gaos, y donde Cela terminó una de las versiones de "La Colmena" y plantó las bases de Alfaguara junto a sus hermanos.
La parte más importante del material expuesto se centra en las interesantes y modernas -en toda la extensión de la palabra- casas Cela y Huarte de Corrales y Molezún, el Real Club Náutico de Madrid, también de Corrales, que presta sus servicios desde los años sesenta en el pantano de San Juan, cerca del de Cebreros, donde veraneó el escritor... También el edificio Torres Blancas de Oiza, donde residió el escritor y tuvo su sede en una época brillante la editorial Alfaguara, patrocinada en esos años por Huarte.
En Torres Blancas, Cela y Alfaguara estuvieron instalados hasta bien avanzados los ochenta. Sus zonas sociales han sido testigos de numerosos episodios de la intensa vida cultural que se desarrolló en torno a los Huarte primero y Alfaguara después. Al igual que Miró, vecino de Mallorca como Cela, y vinculado al arquitecto Josep Luis Sert, promovió su propia fundación en su Barcelona natal de la mano de este mismo arquitecto. Cela gestó y creó la fundación que lleva su nombre, hoy fundación pública, en su Iria Flavia natal, mientras daba un giro a su vida y fijaba su residencia en la finca guadalajareña de El Cañal, buscando la soledad, ya premiado con el Nobel y donde celebró sus ochenta cumpleaños acompañado de su esposa Marina Castaño.
El Museo de Torija, la Fundación y Museo de Galicia, con sus interesantes fondos y la antes citada vivienda ampliada a partir de una preexistente del Conde de Cienfuegos a orillas del Henares, son los últimos focos de atención de esta exposición que hace un repaso físico desde el patio del Colegio de Arquitectos de Guadalajara a una generación singular, a unos paisajes físicos y humanos llenos de interesantes historias y a unas figuras que articularon una modernidad que se anticipó a los cambios políticos que llegaron después.
José Antonio Herce Inés. Presidente en Guadalajara del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha