El Comentario

Dar gusto

24 diciembre, 2018 00:00

Las últimas declaraciones del ministro de Fomento del Gobierno de Doctor Fraude, un tal Ábalos, en un mitin del PSOE, que en el fragor del calor mitinero calificó de casposos a los cazadores y aficionados a la tauromaquia, son una guinda más en el engrudo pergeñado por un señor que por no dar gusto a la decencia sigue de presidente del Gobierno de España, cuando debería haber dimitido por su plagio cum laude.

Pero con ser bastante desafortunados sus calificativos sobre los aficionados a la caza y los toros, cuyos aficionados no creo que obliguen a nadie a serlo, sino lo deciden libre y voluntariamente, a mí me parecen más graves sus manifestaciones sobre las deseadas –al menos por los que defienden a España y su futuro- elecciones generales.

Que se descuelgue con que no se convocan por no “dar gusto a la derecha”, demuestra el respeto hacia los votantes y el sentido de la democracia que el sanchismo y el partido que lo sustenta tienen.

Tendríamos que recordar que Sánchez llegó a la Presidencia con el apoyo de golpistas, comunistas-podemitas, proetarras y nacionalistas –alguno de ellos tachado de racista por el propio Sánchez, o tal vez Pedro, en función de si era Presidente o un aspirante-. Todos ellos declarados defensores de España, vamos.

Tendríamos que recordar que el propio Sánchez declaró que llegaba para expulsar a Rajoy y convocar elecciones de manera inmediata. Pero se conoce que le ha cogido “gusto” al puesto y ahora quiere agotar la legislatura, y gobernar con los presupuestos que tanto denostó cuando era Pedro –antes de sufrir su reconversión a Sánchez Presidente-.

Pero no se trata de convocar elecciones para dar gusto a nadie, sino para que los españoles podamos elegir libremente a quien queremos como presidente para que nos gobierne –luego se verá si afortunada o desafortunadamente-, pero elegido por nosotros. Desde luego, debería modificarse la ley para que quienes pertenecer al Parlamento español, se presenten por España y no por su cortijo particular, y no tengamos que padecer el chantaje y mercadeo de votos para beneficio de nacionalistas en detrimento del resto de España.

Y como la cosa va de dar gusto, en la minicumbre teatro, realizada por Sánchez con el racista Torra –según palabras del propio Pedro- asistimos al último gusto que este gobierno de amigos de sociedades para pagar menos impuestos y del éxito del lenocinio- ha dado al gobierno de la vía Eslovena –muertos mediante, claro-.

Dicho gusto consiste en declarar en comunicado conjunto que coinciden en la existencia de un conflicto sobre el futuro de Cataluña, y que hay que avanzar en una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía de Cataluña, en el marco de la seguridad jurídica.

Convendría recordar al partido que sustenta a este gobierno que los etarras asesinos también hablaban de conflicto, cuando era puro asesinato cobarde lo que hacían, y por otro lado parece que este gobierno –supuestamente de España- se olvida de más de la mitad de catalanes que no está de acuerdo con el racistaTorra –Pedro dixit-, y sus delirios.

Convendría recordar que ha tenido la cobardía de ni siquiera mencionar como marco para solucionar esta deriva nacionalista a la Constitución.

Convendría recordar, pues, que puestos a dar gusto, mejor harían en dárselo a los españoles para que decidan su futuro, que dárselo a los que la quieren destruir con el beneplácito y complacencia silenciosa de quienes miran por su pequeña parcela de poder, en la confianza de que el tsunami no les llevará por delante.

Cuestiones de gusto. Por el riesgo, supongo.