Familias y acción por el clima, reinventando el futuro
Hoy, 15 de mayo, se celebra el Día Internacional de las Familias con el lema ‘Familias y Acción por el Clima’. Este día se conmemora desde el año 1994 a propuesta de Naciones Unidas, hace ya 25 años, y con el lema elegido en esta ocasión se pretende poner el foco en la Acción por el clima, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030, algo que sobre el papel puede parecer lejano pero que, más que nunca, es actualidad y actualidad apremiante.
Es cierto que la familia, las familias, como unidad básica de la sociedad, han sido testigo y también motor a lo largo de la historia de cambios sociales de gran trascendencia para la evolución de los grupos humanos. La familia juega un papel fundamental en la transmisión de valores, marca un ‘estilo’ de estar en el mundo a sus hijos e hijas, respetando su personalidad, dándoles espacio, pero también guiándoles y orientándoles hacia lo que es justo, hacia valores positivos, sensibilizándoles hacia el bien común.
Y si hablamos de bien común, pocas cosas hay a nivel mundial más importantes: el cambio climático no solo deteriora el medio ambiente, sino que puede comprometer seriamente las condiciones de vida de todos los seres vivos del planeta, también de los seres humanos, incrementado el riesgo de pobreza y las dificultades de supervivencia de millones de personas.
Frente a ello, las administraciones públicas han tomado y toman medidas. El borrador de anteproyecto de Ley de infancia y familia de Castilla-La Mancha recoge el derecho de todos los niños y niñas al medio ambiente saludable y a un entorno seguro, y reconoce en este el derecho a vivir en un entorno medioambiental sano, seguro y ecológicamente sostenible, que les permita desarrollar perspectivas de futuro positivas que garanticen su desarrollo integral.
Es hora, pues, de tomar conciencia, de revisar las acciones que, de forma más o menos acertada, se han ido tomando. Los poderes públicos debemos seguir incrementado nuestros esfuerzos, velando por el uso racional de los recursos naturales, diseñando políticas claras y precisas que recojan acciones de sensibilización y estrategias a favor del medio ambiente y la sostenibilidad. Una tarea en la que debemos estar todos y todas, rechazando lo que se ha desvelado inútil, ampliando el foco y reinventando no pocos aspectos y normas que hasta ahora nos han servido, pero que ya no lo hacen. Greta Thunberg, la activista adolescente por el clima dijo que “no podemos salvar el mundo siguiendo las reglas, porque son las reglas las que tienen que cambiar.”
Y nadie mejor que la familia para ser ese motor de cambio. Para educar, sensibilizar, cambiar estilos de vida y adaptarse a nuevas situaciones, y transmitirlo a todos sus miembros. Greta Thunberg, como todos y todas, es parte de una familia, una familia que ha contribuido a que sus miembros se sensibilicen hacia cuestiones que a todos y a todas atañen, desde el cariño, el respeto y el apoyo a la individualidad de cada uno. Además, es niña y es mujer, dos colectivos dolorosamente silenciados durante mucho tiempo y con un gran potencial de participación e impulso hacia la consecución de objetivos que atañen a todas las sociedades y, en definitiva, a todo el planeta.
Ahora más que nunca importa la participación de la infancia, participación que encuentra su eco y se amplifica en el seno de una familia. Frente a la amenaza de un futuro incierto que supone el cambio climático, trabajemos juntos, todos y todas, por el bien del planeta y de toda la humanidad. Reinventemos el futuro, construyamos bienestar.
Emiliano García-Page es presidente de Castilla-La Mancha